Achraf Hakimi se animó a hacer lo que muy pocos han hecho. En la definición por penales frente a España, tuvo en sus pies el último tiro y decidió ejecutarlo a lo Panenka para darle la clasificación a Marruecos a los cuartos de final del Mundial. Sin miedo y sin presión, convirtió el tanto más importante en la historia de su seleccionado.
España partía como la clara favorita a quedarse con el encuentro. El primer tiempo fue pareja y muy físico, pero todo parecía que La Roja reaccionaría en la segunda parte. Aunque no fue así: los africanos se plantaron de igual a igual y llevaron el partido al tiempo extra, para luego terminar en los penales.
El lateral derecho del PSG es el mejor jugador marroquí y eso se vio reflejado. Su velocidad para hacer los cierres defensivos, como así también para pasar al ataque es el motor de un equipo que ya dejó algunos nombres a seguir.
Por ejemplo el de Sofyan Amrabat, que juega en la Fiorentina y seguramente algunos equipos se fijarán en él después de esta Copa del Mundo por su dinamismo en el mediocampo. Y por supuesto también a Yassine Bounou, la figura en los penales.
Marruecos durante la preparación para los penales.
La definición de Hakimi
Al defensor le quedó en sus pies la pelota más pesada. Esa que no todos se animan a petar, y menos de esa manera. Para la sorpresa de Unai Simón, el marroquí decidió pinchar el balón y poner una definición agónica para decretar el pase a los cuartos de final.
La sorpresa no solo se dio por el hecho de que España no lo haya ganado en los 120 minutos, sino también porque ningún futbolista pudo convertir. Pablo Sarabia, por ejemplo, fue puesto por Luis Enrique en los minutos finales para patear, pero fue el primero en errar al darle al palo.
Bono le atajó a Carlos Soler el segundo para los españoles y también el tercero a Sergio Busquets. Ninguno lo ejecutó fuerte, todos intentaron un tiro a colocar que convirtió al portero del Sevilla en la gran figura por sus tapadas.
Marruecos hace historia en Mundiales
Parte de esa pelota pesada que le tocó agarrar a Hakimi responde al hecho de que Marruecos nunca había llegado a los cuartos de final de una Copa del Mundo. Solo lo habían hecho en octavos en 1986 y desde entonces intercalaron fase de grupos con ausencias por no clasificar.
Los dirigidos por Walid Regragui dieron el gran batacazo en el Grupo F al avanzar primeros por encima de Croacia, Bélgica y Canadá. De hecho, le empataron a los croatas y le ganaron a los belgas y canadienses.
De esta manera, llegan a los cuartos de final a la espera de Portugal o Suiza, con la particularidad de que están invictos y sueñan con meterse en semifinales.