Barcelona atraviesa un gran problema de sobrepoblación de palomas. La capital catalana acumula cuatro veces más palomas de lo recomendado. En concreto, hay entre 1.300 y 1.700 aves de este tipo por cada kilómetro cuadrado, según datos del Ayuntamiento de Barcelona, por lo que hablamos de una población total de cerca de 85.000 ejemplares.
Pero, ¿qué es lo que está pasando? La razón de esta sobrepoblación es que hay varias colonias de estos pájaros muy fidelizadas en determinadas zonas de la ciudad en las que hay personas que, a diario, las alimentan. Algo que no se debe hacer, ya que pueden valerse por sí solas. La enorme cantidad de estos animales trae graves consecuencias: además de implicar un problema de salud pública, conduce también a la proliferación de otras plagas.

Palomas.
Por ese motivo, el Ayuntamiento de Barcelona ha lanzado una campaña que, durante este mes de diciembre, intentará concienciar a la ciudadanía para que deje de alimentar a las palomas.
Ante esta noticia, 'El Món a RAC1' ha entrevistado en directo a Carme Mate, directora de Servicio de Derechos de los Animales del Ayuntamiento. La experta ha explicado los motivos por los que no hay que dar de comer a estos y otros animales urbanos, ha expuesto los riesgos que esto conlleva y, además, ha compartido las diferentes opciones que hay para combatir la sobrepoblación.

Palomas.
¿Cómo reducir la sobrepoblación de palomas en Barcelona?
"El problema básicamente es que los fidelizamos en estas zonas porque continuamente saben que tienen alimento (...). Ahí lo tienen todo y no se mueven de la zona. En entornos naturales, sólo se reproducen un 15-20% de los individuos de la colonia, pero cuando los estás alimentando tienen opciones para poner huevos prácticamente todos los individuos", ha compartido Mate en RAC1.
¿Cómo se soluciona esta problemática? Hay varias vías. La primera es impedir que se les dé alimento, pero Mate deja claro que "no es una medida inmediata". En muchos casos, de poco sirven las multas: es un tema más de concienciación.
Otra alternativa es tratar de impedir o de reducir las zonas de nidificación y de reposo, algo en lo que el ayuntamiento barcelonés ya trabaja. Y finalmente, hay la opción de aplicar un tratamiento en la comida para reducir la fertilidad de las colonias, aunque es una vía que sólo es efectiva si no hay en la zona en cuestión "grandes alimentadores" (esas personas que van a diario a darles de comer).

Palomas en Barcelona.
¿Sacrificar a una parte de la población no es una opción? La directora del Servicio de Derechos de los Animales ha sido muy clara al respecto. "No se contempla", ha asegurado, y ha explicado que estas medidas, a largo plazo, no son efectivas. "Cuando vacías de 20-30 mil ejemplares, en un año o dos se han repuesto. Porque hay menos competencia pero continúas teniendo los factores que provocan una superpoblación. En un año o dos tienes el mismo número de individuos", ha aclarado.
"La carrera de fondo es que nos concienciemos de que no nos necesitan", ha insistido Mate.