Desde hace ya varios días, todas las miradas están puestas en el Vaticano. El papa Francisco, de 88 años, fue hospitalizado el pasado 14 de febrero en el hospital de Gemelli de Roma por una complicación en la bronquitis que padecía desde unos días atrás. El pontífice argentino tuvo que paralizar su agenda y centrarse en su recuperación. Una recuperación que, de momento, se está complicando.

El Papa Francisco
Los primeros reportes tanto del portavoz del Vaticano Matteo Bruni como de los periodistas más cercanos eran claros. El problema respiratorio del papa era algo a tomarse en serio, pues necesitaba un tratamiento específico y reposo absoluto.
Ahora, en medio de una gran incertidumbre, y con todas las miradas puestas en el pontífice argentino, la Santa Sede ha actualizado este mismo jueves 26 de febrero lo último sobre el estado de salud del papa Francisco. En un comunicado escueto pero directo, el Vaticano informa que ha dormido bien esta noche y sigue descansando tras experimentar una "nueva y leve mejoría" de su neumonía bilateral y la insuficiencia renal.
La misiva también informa de que el TAC que se le realizó para controlar la neumonía bilateral ha demostrado "una normal evolución" del cuadro pulmonar. En él se detalla que "las condiciones clínicas del santo padre en las últimas 24 horas han mostrado una nueva y leve mejoría". Además, "la leve insuficiencia renal detectada en los días pasados ha pasado" y la condición de "estado crítico" ha desaparecido ya del parte, lo que es una gran noticia.
Por otro lado, los informes indican que el pontífice argentino sigue con oxígeno pese a que tampoco este miércoles ha sufrido crisis respiratorias asmáticas. Francisco está llevando a cabo "fisioterapia respiratoria" y los médicos mantienen el pronóstico reservado.

Una vela con la imagen del Papa Francisco, al pie de la estatua de San Juan Pablo II en las afueras del Hospital Universitario Gemelli, en Roma
Mientras tanto, se hace especial énfasis en que el pontífice sigue trabajando desde la habitación del hospital y, los cardenales, miembros de la Curia y los fieles que lo deseen continuarán rezando cada noche el rosario en la Plaza de San Pedro del Vaticano.