La antigua colonia romana de Liternum, ubicada en lo que hoy es Giugliano in Campania, vuelve a situarse en el foco del interés arqueológico. Esta ciudad, fundada a finales del siglo II a.C., fue la última morada de Escipión el Africano, célebre general y estadista que venció a Aníbal durante la Segunda Guerra Púnica.
En su época de esplendor, entre los siglos I y II, Liternum creció gracias a la Vía Domitiana, una calzada impulsada por el emperador Domiciano que transformó la colonia en un relevante centro comercial del Imperio Romano. Hoy, gracias a los trabajos liderados por la arqueóloga Simona Formola y su equipo, el pasado de esta ciudad vuelve a hablar con fuerza.
Los arqueólogos, bajo la coordinación de la Superintendencia del Área Metropolitana de Nápoles, han centrado sus excavaciones en la necrópolis situada cerca del foro y del anfiteatro. En una superficie de más de 150 metros cuadrados, se han identificado estructuras funerarias de gran valor histórico y arqueológico.
Mausoleos, tumbas y el epitafio de un gladiador
Uno de los hallazgos más destacados, tal y como recoge 'National Geographic', ha sido un mausoleo cuadrangular de tres metros por lado, construido con opus reticulatum, una técnica de mampostería típica romana con bloques de toba volcánica. En su interior, se conservan nichos enlucidos donde se depositaron urnas cinerarias, lo que apunta a un uso prolongado del espacio funerario.
También se han documentado al menos veinte sepulturas distribuidas en torno a los muros del mausoleo, con una gran variedad de tipologías: desde tumbas a cappuccina cubiertas con tégulas dispuestas en dos aguas, hasta enterramientos ad enchýtrismos, en los que se usaban vasijas para contener los restos. Además, se han hallado sepulcros de ladrillo en forma de caja.
El hallazgo de ajuares funerarios -como monedas, lámparas de aceite y pequeñas vasijas- ha permitido fechar la necrópolis entre finales del siglo I a.C. y los siglos II-III d.C., aportando valiosa información sobre los rituales funerarios y la estructura social de la época.
Sin embargo, uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido el de varias inscripciones funerarias talladas en mármol, algunas de ellas intactas. Entre ellas destaca el epitafio de un gladiador, considerado por Formola como una pieza clave para entender cómo se integraban estos luchadores en la sociedad romana y cómo se preservaba su memoria.
El superintendente Mariano Nuzzo ha subrayado la importancia de estos hallazgos, destacando que “el territorio de Giugliano vive un momento extraordinario de descubrimientos” que ayudan a comprender mejor la historia y el contexto sociocultural de la antigua Liternum.