A nivel de audiencias, que no haya ninguna de las superestrellas (Kevin Durant, LeBron James y Stephen Curry) ya es un mal comienzo, pero si a esto se le suma un 4-1 incontestable y que los partidos tuvieron muy poca emoción, el resultado solamente puede ser uno: a muy poca gente le importó las Finales de la NBA.
Tanto es así que -quitando la lucha por el anillo del 2020 y 2021, en plena pandemia de COVID- las de este año fueron las Finales menos seguidas por televisión desde 2007. Los cinco partidos entre Celtics y Mavericks promediaron un rating de 5,8 y 11,31 millones de espectadores en ABC (incluida una transmisión simultánea de ESPN del Juego 3), un 5% menos en ratings y un 3% en audiencia respecto el Nuggets-Heat del año pasado.
Y eso a pesar de que las Finales de este año tenían todo lo necesario para ser un gran evento: la franquicia más histórica de la NBA contra unos Mavs que cuentan con un gran mercado y una de las estrellas más importantes de la liga, Luka Doncic. Pero los partidos no ayudaron a enganchar al espectador. Boston llegó a ganar por 29 en el primer partido, por 21 en el tercero y por 26 en el quinto. ¿La única victoria de los Mavs? Una paliza por 48 en el cuarto partido, el menos seguido de todos con menos de 10 millones de espectadores. No es ninguna sorpresa que el segundo partido, el único en que ninguno de los dos equipos ganó por 15 puntos o más, fuera el más seguido de estas Finales y de las últimas cinco. Además, este año fue solamente la segunda vez desde 2007 que ningún partido de las Finales logró atraer a 12,5 millones de televidentes, uniéndose al Lakers-Heat en la “burbuja” de 2020.
No fueron mucho mejores las cosas en los playoffs en general, que promediaron 2,4 de rating y 4,53 millones de espectadores, un 11% y un 12% menos respectivamente que el año pasado (2,7, 5,12 millones) y un 7% y 5% respectivamente menos que en 2022 (2,6, 4,77 millones).