Barack Obama entre la gente guapa después de haberse sacado una foto para el recuerdo con el equipo, el mismo al que el día antes la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, urgiera a los presentes en el equipo nacional “traer el oro de vuelta a casa”. Recuperar en París el orgullo americano perdido en los dos últimos Mundiales, con el Team USA fuera del podio, es una cuestión de estado y así parece tomárselo el imponente conjunto estadounidense, que trató a la Canadá de Jordi Fernández con seriedad. En el glamour de Las Vegas, el Team USA tumbó a uno de sus más sólidos oponentes al oro y rival de España con solvencia (86-72) en el primer amistoso preparatorio de cara a los Juegos Olímpicos, donde no pierden desde 2004.
Incluso sin un Kevin Durant lesionado del gemelo y sin fecha de vuelta, confeccionar el quinteto titular en este equipo americano desbordado de talento es más un compromiso que un privilegio. Steve Kerr dispuso una primera alineación con LeBron James, Stephen Curry, Jrue Holiday, Devin Booker y un debutante Joel Embiid perdido y demasiado impulsivo en el juego FIBA, un mundo nuevo para él: el MVP de 2023 quedó eliminado por faltas con todavía cinco minutos del tercer cuarto por jugar, acumuló 4 pérdidas y sólo anotó 5 tantos en 12 minutos.
En el duelo de las dos potencias NBA, al Team USA también le costó coger la onda, pero, cuando lo hizo, convirtió su calidad en juego con naturalidad, una facilidad pasmosa. Ante la misma Canadá que abrió la herida en su orgullo arrebatándole el bronce en el Mundial -aunque sólo Edwards y Haliburton repiten de aquel equipo-, los americanos empezaron bloqueados.
Los de Kerr, tal vez desorientados al principio con el juego FIBA, no anotaron una canasta en juego hasta pasados cinco minutos y acumularon casi tantas pérdidas como puntos en el primer cuarto, con un 21-14 ante una muy ordenada y determinada Canadá con su despampanante dúo de bases Shai Gilgeous-Alexander - Jamal Murray llevando la batuta.
El más joven a la vez que el más sinvergüenza en el sentido más simpático de la palabra, Anthony Edwards, demostró que, si es un fanfarrón, tiene razón. La estrella de los Timberwolves osó decir dos días antes que él era el número 1 y el resto se tenía que adaptar a él y algo sucedió, con el base-escolta despertando al Team USA con sus puntos, 8 en la primera parte y 13 en total. Le siguieron Stephen Curry con 12 y Jrue Holiday con 11, mientras que RJ Barrett y Dillon Brooks lideraron a los canadienses con 12 y 10. a
Crecieron los americanos a partir de las eléctricas incursiones de Edwards, la chispa que necesitaba Estados Unidos para empezar a carburar. En un equipo con marcado sello Kerr - Warriors, el Team USA empezó a desarbolar la defensa de Canadá moviendo el balón y corriendo fugaz a la transición frente a un inicio en el que el ataque se estancó demasiado con el foco en las acciones al poste de Joel Embiid.
Desde también un banquillo en el que todo es estrellato y lujo, Jayson Tatum también contribuyó a la mejora de los americanos exhibiendo su letal combinación de tamaño y potencia atlética en penetración. Demostrando la profundidad con la que ha trabajado Kerr estos primeros días, con la valiosa ayuda de otros entrenadores campeones de la NBA como Tyronn Lue y Erik Spoelstra, LeBron James anotó en dos acciones de puerta atrás y Tatum finalizó la primera parte para hacer subir el 41-33 con una fácil penetración después de que el Team USA vaciara la pintura amagando un doble bloqueo.
La imaginación tiene que fluir para sacar a la gente de debajo del aro al no existir las regla de los 3 segundos en FIBA y Kerr lo tiene claro, sobre todo contra entrenadores criados en el juego FIBA como Jordi Fernández, que salió con un quinteto con Gilgeous-Alexander, Murray, Dwight Powell, RJ Barrett y el villano Dillon Brooks. El ex de los Grizzlies, fiel a su personaje, le buscó las cosquillas a LeBron, pero el duelo estuvo lejos de ser picante. Tendrá más salsa si se encuentran en los Juegos.
Curry también empezó a golpear con sus triples, pero los ajustes en defensa de Estados Unidos fue el factor más decisivo. El Team USA empezó con Joel Embiid como guardián de aro pero todo cambió cuando saltó a la pista Anthony Davis, autor de 10 puntos, 11 rebotes y 4 tapones. Con la salida a la pista de la Ceja, los de Kerr comenzaron a cortocircuitar un ataque de Canadá que había fluido hasta entonces con movimiento de balón y encontrando mismatches dentro.
La selección canadiense se ofuscó en ataque a partir del segundo cuarto, buscando sacar a Davis al perímetro pero sin encontrar una manera clara ni fiable de romper la primera línea para generar ventajas. Ocurre también que los chicos de Jordi Fernández se encuentran en plena fase de ajuste con la incorporación de cara a París de Jamal Murray, al que Canadá tiene que hallar encaje en su quinteto, especialmente al lado de otro base dominante como Shai.
A priori, Murray puede asumir un rol más al margen del balón como hace en Denver, donde se harta de recoger mano a mano de Nikola Jokic. Pero el base estuvo fallón en el tiro igual que una Canadá a la que su falta de puntería no le hizo ningún bien.
Aún así, lo que más daño hizo a los de Jordi Fernández fue su inferioridad en el rebote, dada en gran parte por la superioridad de tamaño de un Team USA con Embiid, Davis y también Bam Adebayo. La decisión de los Grizzlies de no dejar ir al gigantón recién drafteado Zach Edey, de 2,24, es una baja sensible para el de Badalona, que se lo llevó al pasado Mundial.
Tiempo para sacar las primeras conclusiones para el catalán tras la derrota ante un decidido Team USA, que con su impecable despliegue dejó en anécdota la ausencia de Durant y la retirada del roster de Kawhi Leonard, a quien sustituirá Derrick White. Los americanos van en serio.
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