La carrera de Greg Oden en la NBA finalizó de manera abrupta debido a múltiples lesiones, las cuales le impidieron desplegar todo su potencial y jugar más de tres temporadas en la liga. El pívot, seleccionado como número 1 del Draft de 2007 por los Portland Trail Blazers justo por delante de Kevin Durant, se encuentra actualmente retirado y hasta el año pasado ejerció como miembro del staff técnico de Thad Matta en la universidad de Butler Bulldogs.
A lo largo de su efímera trayectoria como jugador, Oden llegó a jugar en los Miami Heat en 2013/14, su último equipo en la NBA, compartiendo equipo con el entonces imponente 'Big Three' formado por LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh. Aquel año, los Heat llegaron a las Finales, pero acabaron sucumbiendo ante los San Antonio Spurs por 1-4.
Recientemente, en el podcast 'Glory Daze' del ex quarterback de la NFL, Johnny Manziel, el pívot confesó haber sido siempre un fan acérrimo de Michael Jordan. Sin embargo, tras ese breve paso por los Heat, hubo un momento en el que quedó convencido que sólo hay un jugador en toda la historia capaz de hacerle sombra al '23' de los Chicago Bulls.
Lee tambiénEl arranque de los Cavaliers, entre los mejores de la historia
"Vi a LeBron James defender a alguien en la esquina izquierda. Lanzaron un pase a la parte superior de la zona y a la esquina derecha y ni siquiera lo sostuvo. Fue un pase rápido. LeBron ya estaba allí cuando llegó el balón a la otra esquina y pensé: 'Es el mejor jugador del planeta ahora mismo'", relató Oden.
"Y de hecho está jugando así en defensa... Jugué en ese partido y él [LeBron] anotó 63 puntos. Ese cabrón era un jugador creativo. Yo soy un fanático de Michael Jordan, lo juro por Dios, pero el LeBron James de los Miami Heat es el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos", añadió el ex pívot.
Greg Oden llegó a la NBA siendo uno de los pívots más prometedores del baloncesto universitario después de firmar un primer y único gran año en Ohio State. Sin embargo, las continuas lesiones en la rodilla y pasos por el quirófano le permitieron disputar tan sólo 105 partidos en la NBA repartidos entre Portland y Miami, con unos promedios totales de 8 puntos, 6,2 rebotes y 1,2 tapones.