La tensión entre Anita y Montoya sigue creciendo en 'Supervivientes 2025', demostrando que los conflictos que arrastran desde 'La isla de las tentaciones' aún no han quedado atrás. Lo que comenzó como una simple discusión terminó convirtiéndose en un choque que salpicó a varios de sus compañeros, especialmente a Laura Cuevas y Makoke, quienes fueron testigos de la polémica.
Todo estalló tras la gala del martes, cuando Anita descubrió que Gala la había señalado como manipuladora y que Montoya no la había defendido. Esta revelación la llevó al límite, haciendo que se derrumbara y le recriminara su actitud entre lágrimas. "No me dejes a mí de que tú te estás arrastrando porque no es así, ¿cómo me deja a mí eso?", intentaba justificar Montoya, tratando de calmarla. Pero Anita, todavía dolida, respondía con frustración mientras se alejaba en la barca: "Si escucharan lo que hemos hablado en la otra playa, nadie pensaría que le manipulo".

Anita y Montoya, en 'Supervivientes'
Más tarde, la catalana buscó consuelo en Laura y Makoke. "Ya lo hemos hablado todo millones de veces", decía con evidente agotamiento. Sin embargo, su intento por pasar página solo provocó nuevas reacciones. Laura Cuevas intervino con contundencia, recordando un supuesto momento íntimo entre Anita y Montoya: "¿Cómo que no va a querer volver contigo? Si el segundo día estábamos Makoke y yo cambiándome allí en la lona y estabais dándoos un beso en la ventana. Pero no tiene ni personalidad". Makoke no dudó en respaldarla: "Te vimos".
El conflicto llegó a su punto más álgido en la Palapa, donde Montoya y Laura Cuevas protagonizaron un fuerte enfrentamiento. La ex amiga de Isabel Pantoja le recriminó su actitud, asegurando que estaba mareando la situación en lugar de zanjarla definitivamente. "Lo mejor es tú por tu lado y yo por el mío, pero la estás mareando", le espetó. Para añadir más leña al fuego, Laura decidió recrear el supuesto beso con la ayuda de Koldo, un gesto que desató la ira de Montoya.

'Supervivientes 2025'
El sevillano explotó. "Qué vergüenza, no puedo más. Aquí riéndose una persona de un sufrimiento que no hace ni cinco días que ha terminado. ¿Cómo me vas a decir que no tengo personalidad si te estoy respetando cuando toda España quiere que no te mire a la cara? Que me voy a casa, que no valgo para esto. Me ha vuelto a fallar. Se acabó el tema", sentenciaba antes de abandonar el lugar visiblemente afectado.