Raúl García deja huella en el Athletic

ATHLETIC/A LA ÚLTIMA

Muchos socios del club bilbaíno dijeron que iban a romper el carné en caso de que el entonces futbolista del Atlético de Madrid fichara como león. Hoy, casi una década después de su aterrizaje en Lezama, los mismos lloran su retirada.

Los jugadores del Athletic mantean a Raúl García después de que les comunicara su decisión de colgar las botas

Los jugadores del Athletic mantean a Raúl García después de que les comunicara su decisión de colgar las botas

Athletic Club

El Raúl García futbolista nunca ha engañado a nadie. Ni en Osasuna, ni en el Atlético de Madrid, ni en el Athletic. Dentro del campo no tiene amigos y sólo conoce los colores de la camiseta que defiende en ese momento.

En San Mamés era silbado y protestado cuando llegaba como visitante, sobre todo como colchonero, hoy en cambio la afición rojiblanca le despide con honores tras anunciar que al término de la presente temporada cuelga las botas. Una persona que intervino directamente en su fichaje como león contaba hace años que apenas hubo problemas para cerrar el acuerdo tanto a nivel de duración de contrato como de emolumentos.

La principal pega vino dada por el hecho de que el futbolista navarro estaba convencido de que podía seguir siendo útil a Simeone en el Atlético, por lo que aceptando la propuesta recibida de Ibaigane podría dar a entender todo lo contrario. El tiempo, el fútbol y, sobre todo, el propio jugador se encargaron de demostrar posteriormente que hubiese seguido teniendo cabida y muchos minutos en el club colchonero y que el Athletic había hecho uno de los mejores fichajes de su centenaria historia.

De odiado a querido

En los desplazamientos de los leones con Raúl García en el campo solía suceder lo mismo que en San Mamés cuando el navarro defendía la camiseta rojilla o rojiblanca del Atlético. Protestas y más protestas, insultos y más insultos por su forma de comportarse a ras de césped y de vivir con tanta intensidad los partidos. Cierto que no siempre mide bien sus acciones ni ante los rivales de turno ni ante los colegiados, pero su nobleza suele imperar por encima de todo.

Más allá de su mal genio, de su gen ganador y de su espíritu combativo lo que pocas veces se destaca en Raúl García es que es un futbolista como la copa de un pino. Clase, golpeo de balón como pocos y por arriba un auténtico portento. Fuera del campo además destaca por su calidad humana. Un histórico de la Liga se retira. Ahí queda su trayectoria.

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