San Mamés vuelve a ser el fortín del Athletic

Paseo triunfal del Athletic por San Mamés a la vuelta del segundo parón liguero de la temporada. Los leones se mostraron claramente superiores a los pericos a lo largo de un encuentro en el que no les hizo ni falta pisar el acelerador. El choque, de hecho, estaba visto para sentencia a la media hora de juego.

No es cuestión ni de exagerar las virtudes propias, ni de menospreciar las rivales. La superioridad rojiblanca fue manifiesta desde que Vivian acertase a abrir el marcador en el minuto 6. Ese tanto supuso una auténtica losa para un conjunto visitante que empezó a verse desbordado a la hora de tratar de frenar las embestidas locales. Y eso que los pupilos de Valverde, a diferencia de anteriores lances, se tomaron las cosas con relativa tranquilidad.

Al sentido colectivo se le sumó en esta ocasión además la calidad individual de determinados futbolistas del Athletic. Dentro de un nivel alto de todo el colectivo, tanto los Williams como Berenguer acabaron sacando de sitio al Espanyol. El mayor de los hermanos con dos goles como dos soles en poco más de dos minutos. El pequeño gustando y gustándose con quiebros, regates, caños y pases de alta escuela. El navarro, al que esta vez le tocó ejercer de media punta en ausencia de Sancet, asistiendo y hasta marcando un bello tanto.

Los de Manolo González llegaron a Bilbao con la lección bien aprendida, de hecho su capitán Sergio Gómez ganó el saque de centro y eligió defender primero en la portería de los goles del Athletic, pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Los leones se impusieron esta vez en todas las facetas y en todas las batallas planteadas en las diferentes zonas del campo un San Mamés que recuperó su sentido de fortín. La eficacia en las áreas hizo el resto.

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El míster visitante probó hasta un cambio de sistema sobre la marcha. De la defensa de cuatro pasó a una de cinco tras el descanso al incluir a Cabrera como tercer central. Su intento de ir hacia delante cayó por tierra en el preciso instante en que Berenguer, minuto 55, firmó el 4-0. El resto del choque quedó a modo de inventario, aunque Valverde, cierto es, aprovechó la coyuntura para dar minutos a algunos de los menos habituales. Nico Serrano, de hecho, se estrenó esta temporada.

Cinco cambios

El técnico gasteiztarra afrontó este envite liguero con cinco cambios respecto al once titular que presentó una jornada antes del parón frente al Girona. Agirrezabala volvió bajo palos una vez cumplido su castigo, Nuñez entró en el eje de la zaga por el sancionado Paredes, Yuri relegó a Adama a la suplencia en el lateral zurdo con Jauregizar, en vez de Prados, en el doble pivote, y Nico Williams abierto a la banda izquierda, circunstancia que solventó el míster rojiblanco centrando a Berenguer en la media punta y dejando en el banquillo a Unai Gómez.

Manolo González, míster visitante, puso en liza el once más o menos esperado tras su comparecencia previa al choque. Los pericos comenzaron replegados, pero sin renunciar a presionar arriba en la salida de balón bilbaína. Vivian abrió pronto el marcador a la salida de un córner.

La apuesta de cada equipo se mantuvo intacta, aunque los leones fueron creciendo en su fútbol poco a poco frente a un rival abrumado por la cantidad de incendios que se le venía encima. Los leones gustaban y se gustaban. Iñaki Williams, para bien del equipo, aprovechó además dos buenas dejadas de Berenguer para marcar un par de tantos en poco más de dos minutos.

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Minuto 30 y el encuentro visto para sentencia. Nico Williams, pese a todo,siguió haciendo de las suyas en este primer tiempo de marcado dominio local. El segundo arrancó con tres cambios y variación de sistema en el Espanyol. La decidida salida visitante quedó truncada en el preciso instante en que Berenguer firmó el cuatro tanto bilbaíno.

El resto fue una especie de dejar correr los minutos. Ambos entrenadores completaron su capítulo de sustituciones. Tejero, en el último en saltar al campo, firmó el gol de la honrilla visitante con un tiro directo de falta en el descuento.