El Athletic está pagando el peaje europeo en este primer tramo de temporada. Los leones están bien situados en la Liga -sextos después de trece jornadas, un tercio de competición- pero se han dejado puntos después de jugar en el viejo continente. Tanto es así que no han sido capaces de ganar ninguno de los cuatro encuentros disputados tras una cita continental.
El equipo de Valverde regresó a Europa en un escenario histórico, el Olímpico de Roma. Los bilbaínos fueron capaces de rascar un empate posiblemente en la salida más complicada con aquel gol de Aitor Paredes a falta de cinco minutos para cumplirse el tiempo reglamentario. Tres días después llegó el Sevilla a San Mamés. Todo hacía indicar que la victoria se quedaría en Bilbao gracias a la diana anotada por Mikel Jauregizar pasada la media hora de juego, pero los hispalenses equilibraron el marcador en el descuento con un tanto en propia puerta de Alex Padilla, que había tenido que saltar al terreno de juego por la expulsión de Julen Agirrezabala. Los locales perdieron la ocasión de sumar la cuarta victoria consecutiva en la Liga tras las logradas frente a la UD Las Palmas (2-3), Leganés (0-2) y Celta (3-1).
La segunda cita de la Europa League se disputó el 3 de octubre contra el AZ Alkmaar en casa. Triunfo claro (2-0, Iñaki Williams y Sancet), pero el día 6 los leones cayeron en Montilivi en el partido más rocambolesco de los últimos años, “un disparate” en palabras de Ernesto Valverde. El Athletic falló tres penaltis por mal tirados. Primero Berenguer y después Iñaki Williams y Ander Herrera. Ahí no acabó el despropósito. Sancet se lesionó en la jugada del empate a uno al filo del descanso y Paredes fue expulsado por agarrar a Krejci dentro del área. Stuani no falló desde los once metros en el minuto 99. Los leones regresaron a Bilbao con cara de circunstancias después de haber jugado una buena primera mitad.
El equipo también derrotó al Slavia de Praga en la tercera jornada. Los checos ofrecieron muy buena impresión, pero se marcharon de vacío víctimas del tanto de Nico Williams y de la buena actuación de Agirrezabala. Cuatro días más tarde tocó visitar Son Moix para enfrentarse al Mallorca de Jagoba Arrasate, un técnico que siempre saca un gran rendimiento de sus equipos. Los baleares se quedaron con uno menos en el 23’ por la expulsión de Samu Costa, pero el conjunto bilbaíno no lo supo aprovechar. El Mallorca se supo defender muy bien para salvar el 0-0 jugando en inferioridad numérica durante más de 70 minutos.
Empate en Pucela
La última secuencia se produjo el domingo en el Nuevo Zorrilla. El Athletic venía de ganar al Ludogorets en la tercera victoria seguida en Europa, pero tampoco lo pudo hacer en Pucela. Raúl Moro adelantó a los locales con un remate de cabeza y Guruzeta llegó al rescate casi en la última jugada del partido (94’) para sacarse un remate acrobático que puso el 1-1 definitivo. El cancerbero Hein llegó a desviar el balón, pero no pudo evitar que entrara. Los bilbaínos no fueron capaces de romper la férrea defensa local, algo que también les ocurrió en Mallorca.
El balance después de jugar en Europa es de tres empates -Sevilla, Mallorca y Valladolid- y una derrota, la sufrida en Montilivi. La próxima prueba será contra el Rayo de Iñigo Pérez. Los rojiblancos visitarán Vallecas el domingo 1 de diciembre después de recibir a los suecos del Elfsborg el jueves 28 de noviembre. Veremos si el Athletic es capaz de lograr la primera victoria tras una cita continental.