El Atlético de Madrid se mide este jueves 24 de abril al Rayo Vallecano, en el Metropolitano. Un duelo en el que no estará uno de los actores principales de este equipo rojiblanco en el último lustro, pero, además, uno de los más importantes de la historia del club colchonero.
Nos referimos a un Antoine Griezmann que volverá a ser suplente, por segundo partido consecutivo. El francés, tras una racha de 15 partidos con un único gol y con una única asistencia, se ha encontrado relegado al banquillo en los partidos contra la UD Las Palmas y ahora, éste, frente al Rayo Vallecano.
Y todo a cuenta de un bajón de rendimiento en los últimos meses, que ha desembocado en esta ‘anomalía’ en la trayectoria del francés en el Atlético. Hablamos de un jugador que roza el 90% de titularidades en el club del Metropolitano.
Este cambio táctico de Simeone se produce después de una temporada donde Griezmann ha sido el jugador de campo con más minutos, pero su influencia en el juego ha disminuido notablemente, ha sufrido una drástica reducción en número de remates, en pases en el último tercio.
No se recordaba algo así, con Griezmann como suplente, desde la campaña 22-23, cuando el galo tuvo que ser suplente en varias ocasiones debido a una estrategia contractual para evitar la obligación de compra por parte del Atlético, en la cesión que tenía pactada con el FC Barcelona. Si recuerdan, Simeone apenas ponía 35 minutos al atacante, en aquella época, a cuenta de esta mencionada situación. Pero era una decisión que no era deportiva, como sucede ahora.
LA DEFENSA DEL CHOLO
A pesar de la defensa que Simeone ha hecho en estas últimas semanas, hacia Griezmann, el bajo rendimiento del jugador ha llevado a que el técnico opte por relegarlo al banquillo, siguiendo la misma estrategia que se utilizó con otros jugadores clave en el pasado, como Gabi Fernández y Koke Resurrección, quienes aceptaron roles de menor protagonismo en beneficio del equipo.
Ahora tendrá que ser el galo, el que tenga que asumir un nuevo rol. Pero veremos si es así, porque estamos en un momento clave en su situación contractual. El club colchonero le ofreció ampliar contrato hasta 2027, dividiendo su sueldo, sus ocho millones de euros netos, en dos campañas. Algo que suele indicar una salida en ciernes, como sucedió en casos como los de Joao Félix o Vitolo.
Quizás no en este verano, pero sí en el siguiente, facilitando cierto margen de maniobra económico por parte de la entidad. Aunque el Atlético filtró que había aceptado, desde Francia, el abogado del jugador, matizó la situación, diciendo que no había contestado aún. Esta nueva situación, con menos minutos, que será previsiblemente lo que suceda la temporada que viene, puede acabar siendo clave para la no continuidad de Griezmann.