A Jules Koundé sólo le faltó anotar el gol de la victoria tras una gran jugada en la que recortó a su par tras un gran pase de Pedri y disparó con toda la intención con la izquierda, pero Adrián desvió el balón.
Hubiese sido el premio a una portentosa actuación personal que arrancó robando el balón que originó el 1-0 de Gavi.
El lateral francés tapó bien su banda en defensa y se multiplicó en ataque en conexión con un Lamine Yamal que esta vez no estuvo tan fino como otros días para leer sus desmarques.