El ambiente se calentaba horas antes del comienzo del partido, con plazas de la ciudad de Wellington llenas de norteamericanos y neerlandeses. De ellos provenían los ruidos que se escuchaban con tambores y altavoces.
Estados Unidos y Países Bajos se jugaban el pase a octavos de final como primeras o segundas de grupo. Apuntaba a ser un partido más que disputado, parecido a la final del Mundial de Francia en 2019.
Estados Unidos empezó a apretar la portería de Van Domselaar, igual que sus aficionados apretaban desde las gradas.
Alex Morgan presionaba a la guardameta, Trinity Rodman por la banda derecha a Janssen y la joven Sophia Smith por el lado izquierdo a Spitse.
,Pero las primeras en anotar fueron las neerlandesas. Lieke Martens recorrió gran parte del campo para cambiar el balón de lado. Tras un lío en el área, Jill Roord lanzó a portería con acierto para inaugurar el marcador.
Estados Unidos reaccionó al instante, forzando a Domselaar saltar hasta la escuadra de la portería en el minuto 18’ tras un lanzamiento de lejos de Trinity Rodman. Tamben amenazó Alex Morgan, en este partido más participativa bajando a recibir respecto al primero de la fase de grupos.
Al ver que no funcionaban las cosas, las norteamericanas empezaron a intensificar su juego mediante entradas para evitar las progresiones con balón de Martens.
Cuando se acercaban al área contraria, las esperanzas se iban desapareciendo frustradas por una gran anulación de Morgan y Smith por parte de la defensa neerlandesa.
Con el 0-1 se acabó la primera parte, y los segundos 45 minutos se avecinaban intensos por parte sobre todo de unos Estados Unidos que se esperaban competir mucho mejor.
Crystal Dunn cambió el chip y empezó bien la primera parte, incorporándose más en ataque. Y con la entrada al terreno de Rose Lavelle junto a la primera dura entrada a una rival, se llevó una cartulina amarilla. También con la incorporación de la centrocampista, Estados Unidos pudo igualar el marcador.
Lo hizo Lindsay Horan de cabeza en el remate de un saque de esquina, imparable para Van Domselaar. Minutos más tarde Morgan podría haber puesto el segundo para estados Unidos, pero su posición de fuera de juego evitó que se adelantaran en el marcador.
El partido de la fase de grupos más importante de ambos conjuntos terminó con un empate a cero con sabor a victoria para las neerlandesas y con un gusto amargo para las norteamericanas, pero que hizo disfrutar a 27.312 espectadores.
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