¿Y si sí? Se preguntan hoy en Oviedo, donde el sueño de regresar a Primera División 23 años después está más vivo que nunca. El Real Oviedo dio la campanada en Ipurua (0-2) y ya espera rival en la final de un playoff de ascenso maldito para el Eibar, que cayó eliminado por tercer año consecutivo en semifinales.
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Y eso que, después del 0-0 cosechado el sábado en el Carlos Tartiere, les valía el empate a los de Joseba Etxeberria, que únicamente dio entrada a Tejero por Rober Correa en el lateral derecho respecto al partido de ida. Luis Carrión, por su parte, recuperó a Seoane, baja en Oviedo por acumulación de amarillas, y prescindió de Borja Bastón, pasando de un 4-4-2 a un 4-2-3-1 y buscando generar superioridades por dentro.
Mendilibar, en la grada
Bajo la atenta mirada de José Luis Mendilibar, flamante campeón de la Conference League con Olympiacos y técnico del Eibar en dos etapas (2004-05 y 2015-21), los locales empezaron a asomar rápidamente por el área de Leo Román, uno de los grandes protagonistas de la noche en clave ovetense.
El internacional Sub-21, cedido por el Mallorca, sostuvo a los suyos con un recital de paradones que dio inicio en el 23’, con una mano felina a tiro de José Corpas, también gafado en el playoff. Si el Eibar cayó por tercera vez seguida, el extremo jienense encadenó, con esta, su quinta promoción -dos con el Almería y tres como armero- sin lograr el ascenso.
No será porque no lo intentó, puesto que, tras el paso por vestuarios, volvió a tener el 1-0 en sus botas, aunque ni logró batir a Leo Román, infranqueable, ni estaba habilitado, quedando invalidada la acción por el colegiado.
Fue el principio del fin para el Eibar, que tuvo una última en las botas de Aketxe, de libre directo. Tres minutos después, el recién ingresado Abel Bretones puso un gran balón al área que no desperdició Alemao, superando a Luca Zidane con un cabezazo picado todavía mejor.
Los fantasmas del pasado empezaron a aparecerse en Ipurua y Sebas Moyano, en el 79’, acabó con cualquier atisbo de esperanza, rematando a placer un pase de la muerte de Borja Basón tras un fallo garrafal de Arbilla. Sueña Oviedo, que vivirá una final en forma de derbi si el Real Sporting logra remontar, este jueves (21.00 horas), el 0-1 de la ida ante el RCD Espanyol, que tendría suficiente con tres empates para recuperar una categoría que perdió hace 381 días.
