Cuando Carlos Henrique Casemiro decidió dejar el Real Madrid por el Manchester United muchos seguidores merengues se tiraron los pelos de la cabeza por lo capital que había sido el brasileño en una época dorada. Pero, a la vista está que fue un acierto total, porque ahora mismo es una sombra de lo que fue.
La temporada anterior ya acabó con cierto hartazgo por parte de la parroquia de Old Trafford. Incluso como suplente en la final de la Carabao Cup, algo que no le sentó nada bien después de haber tenido que ejercer de central por la falta de efectivos.
No parece que esta vaya a ser mucho mejor. Al menos por lo visto en el duelo ante el Liverpool, donde Casemiro cometió dos errores absolutamente imperdonables que costaron los goles de Luis Díaz, entre muchas otras pérdidas. La primera fue jugándose un pase que buscaba a Rashford y que dejó al equipo descolocado y a merced de los 'red' que no perdonaron.
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La segunda todavía fue peor. Se confió Casemiro a pesar de su flojo duelo y no vio venir por el rabillo del ojo a Luis Díaz, que le robó el balón y, en la continuación de la jugada, volvió a recibir de Salah para hacer su segundo tanto.