United y Leicester se veían las caras en un encuentro realmente igualado. Solo dos puntos separaban a ambos conjuntos, que llegaban al choque mucho más cerca del descenso que de los puestos nobles. El precedente más reciente de duelos entre los dos equipos fue en el primer partido de Ruud Van Nistelrooy al frente del Manchester, con victoria roja en la Copa de la Liga por 5-2. De hecho, el técnico holandés fue la figura de los días previos, que estuvieron marcados por ser su última jornada al frente del equipo. "A partir de mañana, apoyaré a nuestro nuevo entrenador, Rubén Amorim. Puedo decirles que hay un enorme potencial en estos jugadores”, aseguró el exfutbolista, que introdujo novedades en el centro de la zaga y en los extremos para su segundo duelo liguero.
Entró más activo al encuentro el Manchester United, circulando de manera rápida y siendo medianamente vertical. Diallo, una de las novedades en el once de los ‘Red Devils’ con respecto al último partido liguero, fue el encargado de conducir el ataque de los suyos. De hecho, de manera inteligente, Bruno Fernandes se juntó con él desde la segunda línea, entre el extremo y el delantero, dándole cordura a la ofensiva del United.
Precisamente Bruno, el diferente de este United, fue el encargado de abrir la lata. Diallo caía a banda izquierda en una contra, forzando un saque de banda. Mazraoui sirvió rápido sobre Fernandes, que se apoyó en Diallo. Este le devolvió de taco y el portugués, tras un control orientado, lanzó un derechazo raso a la cepa del poste de Hermansen, poniendo el 1-0. Tras el gol, el Leicester se mostró mucho más propositivo. Ndidi, tras un pase preciso de Ugarte y un error de Dalot rompiendo el fuera de juego, se posicionó delante de Onana, pero no supo resolver.
Aun así, los ‘Foxes’ no consiguieron hacer peligro real a los locales, que se mostraron contundentes en defensa y tuvieron facilidad para correr a la espalda de los centrocampistas rivales. Con el paso de los minutos, el United volvió a recuperar posiciones y en una de esas jugadas, tras un centro de diestra de Mazraoui, Bruno remachaba y Kristiansen se introducía el balón en su portería con su rodilla. Así, se llegó con 2-0 al descanso. Los 'Red Devils' habían marcado solamente dos goles en las primeras partes de los últimos diez partidos, misma cifra que en los primeros 45 minutos frente al Leicester.
El ritmo bajó en la segunda parte
Los locales mantuvieron el equilibrio en el comienzo de la segunda mitad, llevando la batuta del partido y manejado los tiempos a su conveniencia. Evans y Garnacho sustituyeron a Rashford y Dalot con el objetivo de refrescar al equipo. Tras el paso por vestuarios el ritmo del partido disminuyó en exceso. El Leicester fue totalmente incapaz de generarle peligro a un United que se hizo poderoso con el balón. La lluvia favoreció a que la pelota se pudiera mover de forma rauda de lado a lado, siendo difícilmente interceptarle para los zorros.
Tras una contra perfectamente conducida por Bruno Fernandes, que condujo y dividió a los centrales a la perfección, Garnacho recibió el balón, dribló a su par y disparó desde la frontal del área para quitarle las telarañas a la portería defendida por Hermansen, haciendo el 3-0. Así, si más ocasiones de peligro, finalizó un encuentro que le da fin a la 'Era Van Nistelrooy' para dar paso a un nuevo tiempo de ilusiones en el teatro de los sueños, cuyo banquillo será ocupado por Rubén Amorim.
