Había cierto 'hype', esperanza o incluso ilusión, o al menos intriga con respecto al acto organizado por la Real Sociedad para el pospartido ante el Atlético. Sin embargo, no habrá mucha gente que saliera satisfecha del estadio tras una celebración, si es que se le puede llamar así, demasiado fría. Ni anuncios positivos de renovaciones, ni despedidas confirmadas, ni jugadores cogiendo el micrófono para decir unas palabras. Ni mucho menos fotos con los aficionados en la grada como hicieran las chicas en Zaragoza. Nada de nada.
No ayudó el partido, que fue un trámite soporífero más que evitable que además acabó con derrota 0-2 y sin Trofeo Zamora para Remiro, pero se podía hacer algo más, y mejor. Según acabó el encuentro, el 'speaker' del club pidió a los espectadores que aguantasen en su asiento para vivir la celebración por otro año más en Europa. Los jugadores se marcharon a vestuarios y, tras una espera larga e injustificable teniendo en cuenta que no había prácticamente nada que preparar, arrancó el 'acto homenaje' o la 'celebración' a eso de las 18:25 horas. Esa espera provocó alguna fuga de más en la grada.
El club adornó el estadio mínimamente. Formó una frase sobre el césped con letras gigantes que decía 'Eur5pa', preparó un pasillo con chavales agitando banderas realistas y máquinas que echasen humo y llamaradas, lanzó un vídeo de los mejores momentos de la etapa Imanol en Europa en el videomarcador, y enumeró todos los estadios por los que ha pasado la Real en el Viejo Continente en el anillo de publicidad, desde el Stadium Rujevica del Rijeka hasta el Parc des Princes de París, pasando por Old Trafford, de Manchester pese a que el club pusiera que era de Londres. Todos ellos surfeados por una trainera y con un mensaje de "que siga el camino". Fue, probablemente, el mejor detalle del acto. Ese fue el nivel.
Primero saltó todo el staff técnico, nombrado por el 'speaker' como "la kuadrila de Imanol". Y después toda la plantilla. Todos con camisetas especiales azules o blancas para conmemorar el pase a Europa. Se dirigieron al centro del campo, donde hicieron un círculo enorme, aunque para nada. Fue el propio 'speaker' el que agradeció a la afición su apoyo al equipo durante todo el año mientras la plantilla estaba quieta, en círculo. En silencio, el club puso la mítica 'Freed from Desire' provocando un momento tan cutre como incómodo. La Grada Aitor Zabaleta vio el panorama y decidió saltarse el 'protocolo' iniciándose con "ahí está, ese es, el equipo txapeldun" o el primer "Merino quédate" de la tarde. Algún jugador se sumó al cántico tímidamente con algún que otro salto pero la apatía era generalizada en el equipo.
La decepción
Parecía que se acercaba el momento de que el club iniciase algo, fuese un cántico, un baile, un anuncio o un simple 'speech' de agradecimiento de algún peso pesado de la plantilla. Pero no. Todos los presentes sobre el verde se dirigieron, con la misma emoción que hasta el momento, hacia los banquillos. Todo indicaba a que el pescado estaba vendido ya, pero al menos, incitados por Remiro, realizaron una vuelta de honor. Sosa, con poca gracia y acompañados de sus familiares, pero la hicieron. Los futbolistas no convocados lanzaron algún balón a la grada y, al paso de la vuelta por la Grada Aitor Zabaleta, llegó el segundo "Merino quédate". El navarro sonrió y aplaudió antes de abrazarse a Brais. Unos pocos miles de seguidores txuri urdin continuaban pegados a su asiento con la esperanza de recibir o vivir algo más, pero más allá de una última ovación a Traoré, que celebraba con su hijo pequeño, no hubo más.
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