Esta de Copa en Alicante no será la primera suspensión de partido que sufra la Real en su historia, ni mucho menos. Llevaba cuatro años sin tener una, que no fuera por cambio de calendario. La última fue en 2020, cuando se suspendieron dos jornadas, dos días antes de que se decretara el estado de alarma por el COVID. El fútbol se paró entonces y todo lo demás es historia. Se aplazaron muchos partidos hasta que se controló, de alguna manera, la situación y se retomó la liga, a puerta cerrada. Incluida la final vasca de Copa que terminaría jugándose en 2021.
El anterior caso fue semanas atrás, en 2020, suspendiéndose el derbi en Ipurua por el aire contaminado por culpa de un incendio en el vertedero de Zaldibar. El partido se jugaría también a puerta cerrada, justo antes de decretarse el estado de alarma en toda España. Fue el último partido de fútbol antes de la pandemia.
Además de esos, hay más casos anteriores. El 12 de diciembre de 2004, a falta de seis minutos para acabar, se suspendió el Madrid-Real por aviso de bomba en el Santiago Bernabéu. Se terminó de jugar el 5 de enero de 2005, y la Real encajó gol y perdió. En el año 2000, se suspendió al descanso el Espanyol-Real en Montjuic con 1-2 con goles de Arif e Idiakez por lluvias muy fuertes que dejaron el campo impracticable. Aquel día la Real fue obligada a jugar con la equipación visitante del Espanyol. El duelo se terminó 18 días después, con final feliz, y con la Real ya con sus colores. El 1 de junio de 1997 fue el último gran aplazamiento de un partido como local de la Real. El Real-Tenerife tuvo que suspenderse por inundaciones muy fuertes en Donostia, y el encuentro se jugó al día siguiente, lunes, y terminó con goleada realista 3-0, con doblete de Mutiu y gol de De Pedro.
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