Fabrice Pastor, hijo del ex presidente del AS Mónaco Michel Pastor, lleva un tiempo postulándose como futuro accionista de peso del Sevilla. Se ha interesado en comprar varios paquetes, aunque aún no ha dado el paso.
Entre el sevillismo este empresario monegasco dedicado con fuerza a la industria del pádel, se empieza a ver como una “tercera vía” ante la guerra accionarial que libran José María del Nido Benavente y el resto de familias de accionistas, Carrión, Alés, Guijarro y Castro, con los que se ha alineado su hijo, el actual presidente desde el 1 de enero.
De momento, Pastor se mantiene al margen pero muy pendiente, ya que se considera sevillista. Tiene un plan, pero lo fija a tomar una decisión dentro de un año.
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“Estoy muy atento al Sevilla, todos tenemos que estar atentos, es uno de los clubs, uno de mis amores. El Mónaco ha sido el más importante en mi vida, es mi país, pero insisto, las guerras no son buenas. Estoy en espera, responsablemente no puedo hacer nada a la ligera”, ha comentado en uno de los actos relacionados con su empresa, A1 Pádel. "Me he dado un plazo de un año para ver si hay posibilidades reales de crecimiento para el Sevilla. Si todas las partes están dispuestas, no habrá problemas. Lo importante es el club, no el resto", añade.
La referencia, el AS Mónaco
El futurible inversor en el Sevilla viene de una familia con experiencia. “Retomaría lo que hizo mi padre en cuatro años con el Mónaco. Cogió un equipo normalito, modesto y en cuatro años conseguimos jugar una final de la Champions League. Creo que es la meta de cualquier sevillista en Europa y si no aspiramos a lo máximo, no creo que merezca la pena ni empezar”, aseguró Pastor durante su intervención.