Se acabó el sueño olímpico de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz como pareja de dobles. Los españoles perdieron en su duelo de cuartos de final ante los norteamericanos Rajeev Ram y Austin Krajicek por 6-2, 6-4 en 1h38' de juego. Una dura despedida para el mallorquín, que vivía este torneo como su despedida olímpica definitiva. Para siempre quedarán sus dos oros en individual de Pekín 2008 y en el dobles formando pareja con Marc López en Río 2016.
Por su parte, Ram y Krajicek ganaron para contradecir la máxima que dice que los doblistas son tenistas que no valen para el individual, cuando la realidad demuestra que son jugadores super especializados, con automatismos generados tras años de partidos. Han vivido miles de situaciones que les han generado conocimiento y recursos para sacar adelante los partidos. Una pareja muy bien trabajada, difícil de superar.
Los norteamericanos arrancaron con fuerza con un break en el primer juego al servicio de Nadal, un aviso de lo que vendría. Impusieron su experiencia como doblistas consumados y marcaron un ritmo frenético que dificultó la toma de decisiones de los españoles. Ram, un coloso en la red, se lanzó a por todas las pelotas con agilidad felina y Krajicek, armado con un servicio muy certero, puso dificultades al resto. Los 15.000 espectadores que llenaban la Philippe-Chatrier empujaron cada golpe de los españoles y acompañaron cada fallo con sus lamentos.
El sueño olímpico de Carlos Alcaraz todavía se mantiene vivo en el cuadro individual después de su triunfo con autoridad ante Roman Safiullin por 6-4, 6-2 que le dio el billete para los cuartos de final. Su siguiente rival será el norteamericano Tommy Paul.