El ex jefe de la F1, Bernie Ecclestone, ha anunciado que pone a la venta sus 69 coches de F1, considerada la mayor colección del mundo y valorada en unos 600 millones de euros, según la prensa británica. El ex jefe de la F1 tuvo que pagar el año pasado una multa de 782 millones de euros por fraude fiscal.
Los 69 coches abarcan todas las épocas de la F1, desde los inicios del Mundial de 1950, e incluyen bólidos con los que compitieron los campeones como Alberto Ascari, Mike Hawthorn, Niki Lauda, Nelson Piquet y Michael Schumacher.
Uno de los más destacados es el exclusivo y controvertido 'coche de ventilador' Brabham BT46B, llamado así por el enorme ventilador que generaba carga aerodinámica en la parte trasera, con el que Lauda ganó en Suecia en 1978 antes de que lo retiraran.
"Amo todos mis coches, pero ha llegado el momento de empezar a pensar en qué pasará con ellos si yo ya no estoy aquí, y por eso he decidido venderlos", afirmó en un comunicado Ecclestone, de 94 años.
"Después de coleccionarlos y tenerlos durante tanto tiempo, me gustaría saber dónde van a parar y no dejarlos para que mi mujer se tenga que ocupar de ellos si yo no estoy aquí", añadió.
La colección no se venderá a través de una subasta, sino por mediación de Tom Hartley, comerciante de coches deportivos y de carreras clásicos e históricos, que la considera como la colecciónde coches de carrera más importante del mundo.
"Para mí, lo más destacado tienen que ser los Ferrari. Bernie ha reunido una colección de coches Ferrari de F1 que hoy sería casi imposible de repetir. Esta colección es la historia de la F1", aseguró Hartley.
Los Ferrari incluyen el 375F1 con el que Ascari ganó el Gran Premio de Italia de 1951, el coche ganador del título de Hawthorn en 1958 y el bólido de Schumacher en 2002.
Ecclestone, que dejó el timón de la F1 en 2017, cuando Liberty Media se hizo cargo del negocio, dijo que solo había comprado lo mejor. "Ahora he decidido trasladarlos a nuevos hogares, donde los tratarán como yo lo he hecho y los cuidarán como si fueran preciosas obras de arte", indicó el británico, que se hizo multimillonario tras hacerse cargo de la vertiente comercial de la F1 en los años 80.