Aún es difícil de creer que un niño de 16 años se haya convertido en MVP de unas semifinales. El partidazo colosal de Lamine Yamal, con un gol de récord y de época, empujó a España a estar en la final de Berlín y batir a Francia, por lo que es lógico que esta mañana las portadas de todo el mundo hayan abierto con el chico maravilla del Barça.
Lo único 'negativo' de su actuación es que muchos no recordarán el espectáculo que dieron sobre el césped Fabián Ruiz y Rodrigo Hernández. Ambos se adueñaron como nunca del centro del campo ante nada menos de Francia, que se dedicó a perseguir sombras con Rabiot, Tchouaméni y Kante, un centro del campo creado para destruir más que construir y que se mostró absolutamente incapaz.
Por fortuna, el fútbol y la IA, así como la estadística, parece que de momento no están condenados a entenderse. El deporte se trata de vivirlo, de verlo desde la granda, de entenderlo y de soñar con ello. Y desde el Allianz Arena se pudo ver a Lamine Yamal haciendo historia, pero también a una medular exquisita, con dos de los mejores jugadores de esta Eurocopa y por qué no, con Rodri como el mejor del mundo.
Algunos escépticos todavía no acababan de creer en el fútbol de la selección a pesar de la victoria ante Alemania, pero tras la remontada a Francia ya no hay excusas para subirse al barco. La Roja logró mantener el balón, salir desde atrás con soltura y precisión y esto fue posible gracias a Fabián y Rodri. Con esos intangibles como son el posicionamiento en el campo, los desmarques y los apoyos que llevan tan despistada a la estadística. Nacho y especialmente Laporte tuvieron un partido 'cómodo' en la salida de balón pero fue gracias a tener por delante a dos talentos puros con la pelota. Fabián y Rodri ofrecieron salidas continuas, dieron progresión al juego en la primera mitad y calma y serenidad en la segunda, mareando con amagos a Tchouaméni, Rabiot y Kanté. Es más, estos dos fueron de los primeros en irse al banquillo, desquiciados e incapaces de arrebatar la pelota a España. Ni cuando Francia pasó a jugar en presión alta les quemó la pelota al del Paris Saint Germain y Manchester City, siendo este último candidato de nuevo al Balón de Oro si gana finalmente España la Eurocopa.
Tampoco mide la estadística la presencia defensiva, ni las ayudas. El fútbol no son solo pases o robos, es mucho más. España hacía frente a nada menos que Mbappé y Dembélé en los extremos de Francia, dos jugadores muy peligrosos y con tendencia a caer por dentro. Estaba claro que Jesús Navas y Marc Cucurella lo iban a tener complicado para detenerlos por cuenta propia y lo hicieron, pero con la ayuda de Fabián y Rodri.
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Su presencia detrás o al lado de los laterales fue constante e intimidatoria. Limitaron en exceso las diagonales interiores de los dos jugadores más peligrosos de Francia, que fueron totalmente anulados y acabaron desquiciados. Lo mismo que 'les bleus' en la estrategia, donde los centímetros de ambos son incuestionables.
Tiene fortuna España de contar con dos futbolistas totales, tanto en la elaboración como la destrucción, que son ejemplos perfectos de lo que es el fútbol moderno hoy en día. Ya no solo por el duelo de Francia, sino porque ambos están realizando una Eurocopa espectacular y el MVP ganado por cada uno no es fruto de la casualidad.