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¿Quién era Carlos Suárez? El perfil de uno de los últimos mohicanos de la montaña

ESCALADA

El experimentado alpinista y precursor del salto base en España falleció este martes a los 52 años mientras rodaba una película inspirada en su propia vida

Carlos Suárez, durante un vuelo en paracaídas en 2023

@suarezclimb

Carlos Suárez, alpinista y deportista extremo, fallecido este martes en un accidente de paracaidismo, pasará a la historia como una persona a la que "era complicado verle sin una sonrisa" y que será recordada como "uno de los últimos mohicanos de la montaña". Así le define José Luis Rubayo, amigo íntimo y presidente de la Federación Madrileña de Montañismo.

La perdida de Carlos Suárez, Carlitos para Rubayo, es "grandísima" tanto por su calidad humana como por el gran nivel deportivo que atesoró desde muy joven en la montaña. Pero, sobre todo, Suárez es uno de los últimos románticos que quedaban en el alpinismo.

"Le conozco desde muy pequeño, desde que comenzó en el mundillo de la escalada. Desde el principio ya demostró que era un crack. Carlos era muy buen tío, era muy buena persona. Le gustaba filosofar bastante sobre la montaña. Era uno de los últimos mohicanos de la montaña. Ahora la montaña está todo muy mercantilizado, todo es muy rápido, mucho correr. Él iba muy deprisa porque simplemente era muy bueno. Donde los demás parábamos, él seguía para arriba", recuerda Rubayo.

Al final, Carlos Suárez no perdió la vida en una montaña. Se fue después de un salto BASE grupal junto a otros cuatro compañeros desde un globo aerostático, después de que no se le abriera el paracaídas y tras golpearse contra el suelo en el termino de La Villa de Don Fadrique (Toledo).

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No era la primera vez que sufría un accidente en un salto BASE (consiste en lanzarse al vacío desde objetos fijos para después usar un paracaídas para descender hasta el suelo con seguridad). En 2012, en Los Galayos (Sierra de Gredos, Ávila), un golpe de viento le jugó una mala pasada e impactó contra el suelo de forma brusca. Fue evacuado en helicóptero y se rompió la mandíbula, tres costillas y sufrió numerosas contusiones.

Aquel susto no impidió a uno de los deportistas extremos con más reputación nacional e internacional continuar con los saltos BASE, una especialidad que, como recuerda Rubayo, había ido abandonando poco a poco.

"Ya tuvo un problema muy serio, un accidente muy grave. Y le dije que escalara pero que no saltara, que eso no dependía de él. Le dije que dejara de saltar y me respondía que 'no pasaba nada' y que lo de Los Galayos fue mala suerte. La suerte es saltar, saltar y saltar y que no pasara nada. Había dejado bastante el salto. Estuve con él el jueves y no podíamos imaginar esto", apunta Rubayo.

Suárez dio su último salto para el rodaje de una producción de la película La Fiera de Atresmedia Cine y Mod Producciones. Ambas compañías, a través de un comunicado, lamentaron el fallecimiento de Suárez tras recordar que las maniobras "se estaban llevando a cabo bajo las estrictas medidas de seguridad" obligadas. "Atresmedia Cine y Mod Producciones expresan su más sincero pésame a la familia y amigos de Carlos", finaliza el citado comunicado.

En su cuenta personal de Instagram, el pasado 23 de febrero, Suárez publicó una foto ataviado con su traje con membranas a modo de alas que se utilizan para planear hasta que abren su paracaídas. Dejó un mensaje a sus seguidores:

"La razón por la que voy a volver a saltar algunos días de avión y con traje de alas no es otra que hacer un gran homenaje a varios de los amigos que se fueron ya hace unos años. Lo estamos preparando a conciencia para hacerlo bien seguro. Lo haremos también rodeado de los mejores. No puedo decir más que será un trabajo muy bonito".

Al final, su salto fue una tragedia. Falleció a los 52 años para dejar una huella imborrable de experimentado montañero, deportista extremo, corredor de trail y escritor. Muy ligado a la montaña desde jovencito, Rubayo recuerda haberle visto en primera persona como con 14, 17 y 18 años completó hazañas inverosímiles en vías de nivel altísimo.

Entre sus hitos, destaca la conquista de la cara Oeste del Naranjo de Bulnes sin cuerdas. Fue el primer escalador en conseguirlo. Además, escaló ochomiles como el Cho Oyu y fue campeón de escalada deportiva en la categoría de velocidad.

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"No es Carlos Suárez. Es Carlitos para todos los que lo conocemos. Carlos Suárez ha formado parte de nuestra vida, toda. Siempre tenía una sonrisa y una palabra amable. No es el tópico de cómo se ha muerto se dice que era cojonudo. No. No recuerdo haberle visto nunca enfadado", cierra Rubayo. Su sonrisa, eterna para el presidente de la Federación Madrileña, junto a su legado deportivo y a su personalidad, será el legado de un deportista de primer nivel que desapareció para siempre con un salto desafortunado.