Entrevista a Diana Bak: "El mayor reto no es ser sorda, sino la falta de accesibilidad"

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Conversamos con la única mujer sorda española que compite en snowboard, una atleta que rompe barreras y que persigue su sueño olímpico.

Diana Bak

Diana Bak

Cortesía de Diana Bak

Los Juegos Paralímpicos no incluyen a los deportistas con discapacidad auditiva, por lo que existen las Sordolimpiadas “Deaflympics”, que son como los Juegos Olímpicos, pero para los atletas con una pérdida auditiva de al menos 55 decibelios (dB). En España, Diana es la única snowboarder sorda en competición, y su gran objetivo es representar al país en las Deaflympics de Austria 2027.

Con 23 años y un recorrido marcado por la superación, nos habla sobre los desafíos que enfrenta en el snowboard y sus aspiraciones como deportista. "Cada día me esfuerzo para mejorar mi técnica, mi condición física y mi mentalidad, porque el snowboard exige mucho físico, pero la parte mental también es importante", explica.

– ¿Cuáles son los desafíos que enfrentas como deportista sorda en el snowboard?

Siendo sorda, puedo practicar snowboard con total normalidad. Mi condición física es igual que la de cualquier otro deportista. Sin embargo, los principales desafíos van más allá del rendimiento físico: tienen que ver con la comunicación y la accesibilidad.

Muchas veces, las personas me hablan desde atrás, a distancia o con la braga del cuello puesta, lo que dificulta que pueda leer los labios. Algunas incluso desisten de comunicarse cuando descubren que soy sorda. En las competiciones, los anuncios y llamados suelen hacerse por altavoces, lo que me impide saber cuándo es mi turno o el momento de salir. Lo mismo ocurre en la entrega de premios.

Otro reto es la seguridad en las pistas. Debo ampliar constantemente mi campo visual para detectar a otros snowboarders y esquiadores que se acercan por detrás. A veces, no sé si alguien está intentando avisarme de algo porque no puedo oír sus llamados.

En resumen, el mayor desafío no es ser sorda en el deporte, sino la falta de accesibilidad y el desconocimiento sobre cómo comunicarse con una persona sorda en este ámbito. Con el apoyo adecuado y estrategias visuales, se pueden superar estas barreras. Aunque el camino sea más complicado, sigo avanzando y demostrando que podemos practicar lo que nos apasiona en igualdad de condiciones.

"Quiero demostrar que las personas con discapacidad podemos lograr grandes cosas, romper estereotipos y superar las barreras que la sociedad nos impone."

– ¿Qué te has propuesto mejorar para alcanzar tus próximos objetivos?

Cada día trabajo en mejorar mi técnica, mi condición física y mi mentalidad. El snowboard exige mucho físicamente, pero la parte mental es igual de importante. Mantener una actitud positiva, centrarme en el progreso y aprender de cada desafío son claves para seguir avanzando.

Mi objetivo es fortalecer mi rendimiento para participar en competiciones como el Campeonato de España, eventos internacionales y, en el futuro, las Deaflympics. Quiero demostrar que las personas con discapacidad podemos lograr grandes cosas, romper estereotipos y superar las barreras que la sociedad nos impone.

– ¿Sigues algún entrenamiento de cara al Campeonato de España de este año?

Entreno regularmente en Snozone Madrid y tomo clases dos veces por semana con mi entrenador, David Macías, del Switch Snowboard Club. Además, complemento mi preparación con entrenamiento físico. Aunque no entreno específicamente para el Campeonato de España, sigo un plan diseñado para mejorar mis habilidades y estar lista para las competiciones.

– Eres la única mujer sorda que compite en snowboard en España. ¿Tienes relación con otros deportistas o referentes en el deporte?

Conozco a algunas chicas que practican snowboard en España, pero lo hacen de forma recreativa, no a nivel competitivo. En cuanto a otros deportistas, aunque no hay muchas personas en mi misma situación, intento conectar con snowboarders para compartir experiencias y aprender de ellos. Un ejemplo es Ignacio Solé, un snowboarder con baja visión que solo tiene un 10% de visión. Compartimos desafíos similares, lo que nos ha permitido entendernos y apoyarnos.

Mi mayor referente es Lauren Weibert, una snowboarder sorda de EE.UU. Gracias a ella, vi que era posible seguir en este deporte siendo sorda.

– ¿Qué significaría para ti participar en las Deaflympics de 2027?

Sería un sueño hecho realidad. En este evento me sentiría parte de mi comunidad, sin barreras de comunicación, compitiendo con otros deportistas sordos. Además, sería una oportunidad para dar visibilidad al snowboard dentro de la comunidad sorda y motivar a más personas a practicarlo. Sería un honor representar a España y compartir experiencias con atletas de todo el mundo.

– ¿Cómo viviste el hecho de no poder participar en las Deaflympics de Turquía?

Fue uno de los momentos más desgarradores de mi vida. Sentí una mezcla de dolor, tristeza y frustración porque estaba muy motivada y preparada. Además, cada vez que alguien me preguntaba por qué no estaba allí, la sensación era aún más difícil de sobrellevar.

– ¿Recibes apoyo por parte de la Federación Española de Deportes para Sordos?

No recibo apoyo de la Federación Española de Deportes para Sordos, pero sigo trabajando en mi desarrollo como atleta gracias al respaldo de personas cercanas, como mi entrenador, mi familia, mis amigos y mi club, el Switch Snowboard Club. También cuento con una beca Oportunidad al Talento de la ONCE, que me permite continuar con mi preparación.

– ¿Crees que el snowboard y los deportes de invierno están adaptados para personas sordas?

En general, sí, pero en las competiciones todavía falta mejorar la accesibilidad y la comunicación. Muchas instrucciones y avisos se dan por sonido, lo que dificulta que las personas sordas podamos recibir la información a tiempo.

– ¿Sientes que el deporte inclusivo tiene suficiente visibilidad en los medios?

No, creo que aún falta mucha visibilidad para el deporte inclusivo en los medios. Aunque ha habido mejoras, los deportistas con discapacidad auditiva seguimos teniendo poca cobertura y es difícil encontrar información sobre nuestras competiciones y logros.

Diana sigue entrenando y superando barreras con la mirada puesta en las Deaflympics de 2027. Su historia es un ejemplo de perseverancia y demuestra que, con esfuerzo y pasión, no hay límites en el deporte.

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