Jannik Sinner se clasificó este domingo para los octavos de final de Shanghai, penúltimo Masters 1.000 de la temporada, gracias a una reacción tardía que le permitió contrarrestar el tesón y la buena disposición del argentino Tomás Etcheverry, que se entregó durante dos horas y 40 minutos antes de caer por 6-7(3), 6-4 y 6-2.
El italiano, que el miércoles perdió ante Carlos Alcaraz la final del Abierto de China, no alcanzó la excelencia de sus mejores partidos, pero sus baches a la largo del partido dieron paso a un tramo final en el que lució su traje de número uno mundial y remató con suficiencia.
En el primer parcial Sinner no logró aprovechar dos puntos de set y en el desempate se mostró algo conservador, insuficiente para superar a Etcheverry, que estuvo seguro y supo elegir el golpe adecuado en cada momento.
El argentino, 37º de la ATP y aún sin títulos en su historial -ha disputado tres finales entre 2023 y 2024-, venía de disputar en la anterior ronda el partido más largo de la historia del torneo, tres horas y 43 minutos ante el neerlandés Botic van den Zandschulp, pero estuvo fresco de piernas y de ideas ante un contrario de la talla del transalpino.
El segundo set tampoco demostró las teóricas diferencias entre ambos rivales. A un 'break' de Sinner respondió de inmediato Etcheverry con una contrarrotura, lo que obligó al número uno a arrebatar de nuevo el servicio a su rival para encarrilar la manga.
El primer juego del tercer set fue una locura, con 0-40 para Sinner, tres puntos de rotura malgastados por el italiano y finalmente juego para el argentino.
Resurgió Sinner con tres juegos seguidos, que pudieron haber sido cuatro si hubiera aprovechado alguno de sus dos bolas 'break' para 4-1, pero fue con el 5-2 cuando asestó el golpe definitivo al argentino, antes de confirmar en blanco con su saque.
El siguiente rival de Sinner será el ganador del choque entre el español Roberto Carballés y el estadounidense Ben Shelton.