Fiesta en el Inalpi Arena de Turín, que recibió a su héroe Jannik Sinner con una atronadora ovación. Los 13.000 aficionados que llenaron el recinto corearon más tarde el nombre del número uno mundial, según atestiguaban el dominio de su tenista favorito.
El estreno de Jannik Sinner, 23 años, en su tercer Masters final resultó avasallador. Acribilló al único debutante de esta edición, el australiano Alex de Miñaur, 25 años y nº 8.
Sinner se impuso por 6-3 y 6-4 en 1h.25', y el martes buscará dar un paso que puede ser definitivo ante el estadounidense Taylor Fritz, el otro ganador de la jornada inaugural del Grupo Ilie Nastase, a costa del ruso Daniil Medvedev, 6-4 y 6-3.
De Miñaur hizo el primer 'break' del encuentro, adelantándose 2-1 en el marcador. Despertó definitivamente a Sinner, que de un plumazo anotó cuatro juegos seguidos para tomar velocidad hacia un triunfo incontestable.
La sentencia llegó en el quinto juego del segundo set, cuando con 0-40 hubo que detener el juego por la indisposición de una aficionada, que debió ser atendida durante cuatro minutos. Sinner tuvo el gesto de acercar una botella de agua, mereciendo otra tanda de rendidos aplausos de la afición local.
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Lo esperado, porque Sinner siempre vence a De Miñaur: 8-0, 18-1 en sets. Y el transalpino llega en racha, aunque llevara un mes fuera del circuito al haber sido baja en París Bercy por una indisposición. Es su séptima victoria consecutiva, ha dominado 22 de sus últimos 23 encuentros.
Finalista en 2023, quiere suceder al campeón ausente, el serbio Novak Djokovic. No tuvo una mejor manera de empezar. Expeditivo. Lo cerró con un 'ace', el octavo de su cuenta.