Jon Jones contra Daniel Cormier: “Te mataría si me escupieras en la cara”

UFC / ANATOMÍA DE UNA RIVALIDAD

Dos de los grandes de la historia de las MMA mantuvieron una encarnizada pugna en la división del peso semipesado entre 2015 y 2017

Daniel Cormier y Jon Jones, protagonistas de una de las rivalidades más feroces y recordadas de la UFC

Daniel Cormier y Jon Jones, protagonistas de una de las rivalidades más feroces y recordadas de la UFC

MD

Cada vez que terminaba un combate en el UFC 308, un hombre afroamericano y con un traje de color burdeos entraba al octágono, micrófono en mano, y tenía el privilegio de intercambiar las primeras palabras de los luchadores, aún dentro de la jaula y con el corazón latiendo aceleradamente, presos de la adrenalina.

A los aficionados de la empresa y de las artes marciales mixtas su cara no les resulta extraña: es Daniel Cormier, leyenda de este deporte, que colgó los guantes hace poco más de cuatro años tras una carrera plagada de éxitos donde brillan los cinturones que logró en el peso semipesado y también en el pesado de UFC, aparte de otros honores como el famoso Grand Prix de Strikeforce.

Desde 2022, además, es con todo merecimiento, miembro del Salón de la Fama de la compañía en su ala moderna. DC se retiró con un récord de 22 triunfos, tres derrotas y un combate nulo.

Y de buena parte de ese balance negativo tiene culpa una sola persona, Jon Jones, con quien protagonizó una encarnizada rivalidad en la cima del peso semicompleto entre 2015 y 2017.

Choque de estilos: la vieja escuela contra la irreverencia

Estas dos personalidades contrapuestas son, también, la personificación de dos formas de entender el deporte: Cormier representaba a la perfección la tradición, la vieja escuela, el respeto, no decir una palabra más alta que la otra ni calentar el combate cargando contra el rival.

Pero Jones era todo lo contrario, su némesis, el yin para el yang; díscolo, si pasaba por algún lado, quedaba claro, dejaba su huella, pero una vez empezaba el combate era implacable, con su arsenal ofensivo heterodoxo pero infalible.

Como dicen los extremos se tocan, era cuestión de tiempo que un DC invicto y un Jones que únicamente había perdido una vez (y fue por un golpe considerado ilegal, no porque lo hubieran noqueado o sometido) terminaran intercambiando golpes.

Las Vegas fue testigo del nacimiento de su rivalidad en el primer gran combate del año 2015.

Mala sangre: amenazas cuando creían que nadie grababa

El main event del UFC 182, pues, era de aquellos que hacía frotarse las manos, de los que garantiza una taquilla millonaria… pero también llegó con una inquina entre ambos después que el pesaje y el careo previo al combate terminó a golpes. 

Jones se puso frente a Cormier, lo que provocó que DC respondiera con un fuerte empujón. Jones se enfrentó a Cormier y ambos se enzarzaron y derribaron a varias personas y la pared falsa detrás del escenario.

Más tarde, ambos concedieron una entrevista a SportsCenter, en la que entraron desde habitaciones separadas… pero que terminaría siendo también protagonista. Ambos intercambiaron palabras cuando creían que las cámaras no estaban grabando y la gravedad de su disputa quedó realmente expuesta.

Jones le dijo: "Oye, maricón, ¿sigues ahí?". A lo que DC respondió: "Ojalá me dejaran estar al lado para poder escupirte en la maldita cara". Jones respondió que "literalmente te mataría si me escupieras en la cara".

Cuentas pendientes: un combate no es suficiente

La primera pelea terminó con la victoria por decisión unánime de Jones, en la que era su octava defensa del cinturón… pero la rivalidad entre ambos estaba lejos de terminar.

De hecho, días después de la pelea se conoció que Jones había dado positivo por benzoilecgonina, el principal metabolito de la cocaína. Aunque se le mantuvo la victoria, UFC le quitó el título y el peleador de Rochester empezó rehabilitación… aunque únicamente acudió un día, según reportaron medios estadounidenses.

Tras un año largo lejos del octágono, Jones volvió y derrotó a Ovince Saint Preux; por su parte, DC había logrado ganar el cinturón vacante derrotando a Anthony Johnson.

Tras ese triunfo, llegaron las defensas contra Alexander Gustafsson y de nuevo contra Johnson, con un combate de lujo contra el legendario Anderson Silva en uno de los principales reclamos de la cartelera de UFC 200, plagada de estrellas.

Pero ambos estaban condenados a volverse a encontrar: había cuentas pendientes y Jones consideraba que Cormier tenía algo que era suyo, que jamás había perdido.

¿Se entierra el hacha de guerra?

A diferencia del primero de los envites, el combate tuvo un ganador… aunque no consta así en los récords de ambos luchadores. Jones finalizó a Cormier con exhibición en la pelea (victoria por KO), pero más tarde se conoció que había dado positivo por turinabol, un anabolizante.

Aunque en principio Bones recuperaba el título y las cosas parecían finalmente haberse resuelto, ya que ambos hombres se elogiaron mutuamente y Cormier felicitó al neoyorquino por su victoria, en esta ocasión el resultado del combate fue considerado nulo y, de hecho, el cinturón terminó de nuevo en posesión de DC.

Aunque se llegó a poner sobre la mesa una sanción que podría llegar a los cuatro años, finalmente quedaría en un año y tres meses, por la cooperación que mostró Jones.

Vidas paralelas

Sus carreras ya no volverían a colisionar; de hecho, Jones siguió en el peso semicompleto, mientras que DC tras la defensa exitosa contra el suizo de origen turco Volkan Oezdemir, decidió regresar al peso pesado.

En la recta final de su carrera tuvo tres combates contra Stipe Miocic (entre 2018 y 2020), en una rivalidad que analizaremos, aunque ni de lejos llegó a los niveles de animadversión que la que hemos visto en este artículo. Su último combate tuvo lugar el 15 de agosto de 2020.

Jones, por su parte, regresó tras cumplir su nueva sanción ganando el cinturón vacante que había dejado DC. Tras las exitosas defensas contra Anthony Smith, Thiago Santos y Dominick Reyes, quiso seguir los pasos de su rival, renunciar al cinturón y subir un peldaño para combatir en el peso completo.

Su talento, fuera de toda duda, le permitió ganar el cinturón en su debut en la división contra Cyril Gane, el 4 de marzo del año pasado. Sin embargo, desde entonces, de nuevo, ha estado alejado del octágono.

Su próximo reto será el mismo con el que Cormier puso fin a su carrera: Miocic. El estadounidense con raíces serbias, excampeón de los pesados, estará al otro lado de la jaula en el main event de UFC 309 en el Madison Square Garden de Nueva York dentro de poco más de dos semanas, el próximo sábado 16 de noviembre

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