Desde hace varios años, Florida se convirtió en el epicentro de las políticas antiinmigrantes en Estados Unidos, gracias al impulso de su gobernador, Ron DeSantis, sobre todo en pleno año electoral, donde el tema surge uno de los más candentes en el debate entre los partidos Republicano y Demócrata.
El mandatario, alineado con figuras prominentes como Donald Trump y Greg Abbott, logró impulsar e implementar tres nuevas leyes que amenazan con encarcelar a inmigrantes indocumentados en uno de los estados con mayor flujo poblacional de personas inmigrantes o descendientes de los mismos.
Ron DeSantis, conocido por su firme postura contra la inmigración ilegal, logró implementar un enfoque similar al adoptado por otros estados liderados por gobernadores republicanos, como Texas, Louisiana, Oklahoma y Georgia, donde los recien llegados terminan bajo una estricta vigilancia que los orilla a irse.
La nuevas leyes de Ron DeSantis
- Ley SB-1036: Esta se enfoca en los inmigrantes que reingresan al país después de haber sido deportados. De acuerdo con la normativa, aquellos que reincidan y cometan delitos en Florida enfrentan penas severas que van desde 15 años hasta cadena perpetua.
- Ley HB-1451: Esta prohíbe la emisión de licencias de conducir a extranjeros sin estatus legal en Florida. Además, busca revocar las licencias emitidas en años anteriores a inmigrantes indocumentados, y así limitar su capacidad para movilizarse libremente.
- Ley HB-1589: Endurece las sanciones para quienes conduzcan sin licencia, lo que afecta tanto a ciudadanos como a inmigrantes indocumentados. Aquellos que reincidan en esta infracción podrían enfrentar hasta un año de prisión.
El impacto de las leyes antiinmigrantes
Estas leyes representan un golpe duro para la comunidad inmigrante en Florida, uno de los estados con mayor cantidad de inmigrantes indocumentados. La Ley SB-1036, en particular, ha generado preocupación entre los defensores de los derechos humanos, quienes señalan que las penas son desproporcionadas y podrían llevar a la criminalización de personas que buscan una segunda oportunidad en el país.
Por otro lado, la Ley HB-1451 mantiene la incertidumbre entre quienes ya poseían licencias de conducir, ya que está la posibilidad de intervención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Finalmente, La Ley HB-1589, que penaliza a quienes conducen sin licencia, también ha sido criticada por su severidad, especialmente en un estado donde muchos dependen del transporte personal para sus actividades diarias.
Con estas nuevas leyes, Ron DeSantis refuerza su posición como uno de los líderes republicanos más duros en materia de inmigración, lo que pone a Florida en la lista de estados que adoptan políticas cada vez más estrictas contra los inmigrantes indocumentados.