En los últimos meses, la escasez de huevos en Estados Unidos, causada por un brote de gripe aviar en aves de corral, desató una preocupación creciente entre los consumidores. Este aumento en los precios del producto llevó a las tiendas minoristas a incrementar sus costos y a limitar las compras por familia.
Sin embargo, un aspecto menos conocido de esta situación es el marcado aumento de las incautaciones de huevos en la frontera, un fenómeno que ahora supera incluso la cantidad de fentanilo confiscado por las autoridades debido a diversos motivos que obligan a las autoridades a realizar inspecciones de rutina.
El aumento de las incautaciones de huevos en las fronteras
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) reportó recientemente que las incautaciones de huevos subieron un 48 por ciento en comparación con el año pasado en los puntos de entrada de las fronteras norte y sur del país.
Esto refleja un mercado altamente demandado y afectado por la escasez de huevos dentro del territorio estadounidense, lo que derivó en un incremento en los intentos de contrabando de este producto.
Particularmente, la Oficina de Campo de San Diego, California, ha experimentado un incremento drástico del 158 por ciento en las incautaciones de huevos. Lo más sorprendente es que este aumento supera las incautaciones de fentanilo, cuyo volumen llegó a sus niveles más bajos en tres años.
La solución: importar desde Europa
Para enfrentar la crisis de escasez, Estados Unidos busca importar huevos de países europeos, una estrategia que podría aliviar temporalmente el desabastecimiento en el mercado interno. Según informes, las autoridades estadounidenses hablaron con varios países, incluyendo Dinamarca, Alemania, Italia y Polonia, para negociar el suministro de huevos frescos.
No obstante, esta operación se enfrenta a un obstáculo significativo: las regulaciones de seguridad alimentaria del país. La legislación estadounidense exige que los huevos frescos sean desinfectados antes de su comercialización. Por su parte, en la Unión Europea se venden sin lavar, lo que implica un desafío para cumplir con las normas de importación.
Aunque las autoridades ya buscan soluciones para aliviar la crisis, los precios de los huevos siguen siendo altos y el mercado no puede estabilizarse por completo. Este panorama genera preocupación tanto en los consumidores como en las autoridades encargadas de garantizar la seguridad alimentaria y el abastecimiento en el país.