Este martes, la Casa Blanca confirmó oficialmente el fallecimiento de cuatro soldados estadounidenses que habían sido reportados como desaparecidos en una zona pantanosa de entrenamiento militar en Lituania. Las autoridades lituanas ya habían informado el lunes sobre la muerte de tres de los militares, y horas después, Karoline Leavitt, portavoz del gobierno estadounidense, anunció el deceso del cuarto integrante del grupo.
Según declaraciones ofrecidas durante una rueda de prensa, Leavitt destacó que "este es otro recordatorio del sacrificio desinteresado de nuestros valientes militares, que arriesgan su vida cada día en todo el mundo para mantenernos a salvo". Este trágico incidente pone de manifiesto los riesgos inherentes a las misiones internacionales en las que participan las fuerzas armadas.
El accidente en el campo de entrenamiento
Los soldados se encontraban a bordo de un vehículo M88 Hércules del Ejército de Estados Unidos cuando ocurrió el incidente. El hecho tuvo lugar durante unos ejercicios en el campo de entrenamiento General Silvestras Žukauskas, ubicado en Pabrade, cerca de la frontera con Bielorrusia, una región conocida por sus terrenos pantanosos. Las difíciles condiciones del terreno podrían haber contribuido al desenlace fatal.
El papel de los soldados en la misión de la OTAN
Los cuatro militares formaban parte de la 1ª Brigada de la 3ª División de Infantería de Estados Unidos y estaban destinados en Lituania en el marco de la misión de la OTAN para reforzar la presencia de la Alianza en el este de Europa.
Su labor era clave para apoyar los esfuerzos colectivos de seguridad regional en una zona estratégica y geopolíticamente sensible.