El pasado domingo, la selección femenina de waterpolo vivió su enésimo día grande con la conquista de la Liga Mundial, un título que no figuraba en su palmarés y que selló el doblete en un 2022 mágico, puesto que en el mes de septiembre se ganaba el Campeonato de Europa. Como una de las líderes de la primera línea nacional volvió a estar en Santa Cruz de Tenerife Bea Ortiz, a sus veintisiete años consolidada plenamente como una de las baluartes del equipo. La rubinense, mejor jugadora de Europa el pasado año, con mucho presente y futuro en el waterpolo y sin perder de vista un día de después en el que le gustaría vincularse al cine, volvió a ser una de las directoras de un equipo de película que sigue agrandando una trayectoria de leyenda.
Acaban de ser campeonas de la Liga Mundial, como lo fueron antes del Europeo, después de sus cuartos de final en el Mundial. ¿Cómo ha vivido un verano tan cargado y exitoso? ¿Qué nota le pone al año?
Ha sido un año muy largo. Ya no solo en estos dos meses, sino también con el Mundial de Budapest. Después del resultado que hicimos allí supimos recomponernos y llegar al Europeo de agosto y septiembre con la cabeza bien alta para sacar el resultado que queríamos. Poco tiempo después hemos ganado esta World League. Era más complicada porque ya no estábamos entrenando juntas como en verano, sino que nos juntamos una semana antes, aunque eso le pasó al resto de equipos también. El balance es positivo, los resultados lo dicen todo. Después de todo el verano supimos recomponernos después de un Mundial agridulce. Yo le pondría un 10 por mucho que no salieran las cosas en Budapest. El Mundial nos ayudó a aprender de los errores y a llegar más fuertes que nunca al Europeo.
"El Mundial nos ayudó a aprender de los errores y a llegar más fuertes que nunca al Europeo"
¿Da tiempo a cambiar el chip con tan poco descanso para pasar a pensar del Mundial al Europeo, del Europeo a la temporada de clubes con dos finales de inicio y de nuevo a la Liga Mundial?
Fácil no es. No da mucho tiempo a desconectar, porque acabas una cosa y tienes unos días de descanso. No muchos, pero ya estás pensando en lo próximo que viene. Hay que volver a empezar para lo que nos viene de nuevo y la mente no acaba de descansar.
En esta Superfinal se ha acogido otra gran competición de waterpolo en casa, en este caso en Tenerife. ¿Qué les ha aportado?
Ha sido increíble. En los partidos del grupo era más complicado porque caían entre semana, pero el fin de semana fue espectacular. La grada se implicó al máximo. La gente venía con banderitas, gritando, animándonos. Es de agradecer el público que teníamos.
¿Qué les supuso ganar con tanta solvencia a Hungría y a Australia en la primera fase y a Países Bajos en semifinales? ¿Esperaban resultados más apretados en la primera fase?
Venimos todas de estar con los clubes. Hacía días que habíamos acabado las competiciones. Hungría venía de jugar el Europeo como nosotras, pero Australia no creo que haya tenido competición desde que acabó el Mundial en julio. Quizá les ha faltado estar más tiempo juntas y poder entrenar y entrar en esa dinámica de selección. Siguen teniendo un buen equipo, con mucha calidad y mucho nivel. En el Mundial no les ganamos de tanto. Con Hungría el partido de la final no tuvo nada que ver del grupo. En el partido de grupos descansaron Greta Gurisatti y Dora Leimeter, que son muy importantes para ellas. Luego en la final jugaron y se notó, porque son jugadoras de nivel.
"La final no ha sido de los partidos de más tensión que he vivido con la selección, porque hemos tenido encuentros así"
¿Tenían ganas de un posible cruce contra Estados Unidos después de perder contra ellas en el Mundial? ¿Querían jugar contra ellas para intentar cambiar ese cara a cara en un escenario a priori más propicio?
Estados Unidos es un equipo muy potente y aun dejando a dos o tres de las titulares fuera seguían teniendo muy buen equipo. Sí que nos planteamos que podíamos volvernos a cruzar con ellas, pero teníamos claro que no nos iban a ganar. Al final perdieron con Hungría y no se dio ese cruce. Tenemos equipo no solo para ganar a las jugadoras que han estado en esta World League, sino para ganarles en otro campeonato con las jugadoras que tengan. Las que tenemos que creer que podemos ganarles somos nosotras, tengan a quien tengan. Si tarde o temprano nos las volvemos a cruzar, que seguro que pasará, creo que saldremos con una mentalidad diferente.
¿Cómo se afronta una final contra Hungría sabiendo que les favorecen tanto los duelos directos de los últimos años?
A nosotras nos hace estar al tanto de que van a salir a morder, porque no tienen nada que perder. Ellas deben tener esta rabia acumulada. Es como un poco con nosotras y Estados Unidos. Sales con esa rabia de que nunca acabas de conseguir esa victoria.

La selección española de waterpolo ganó el pasado domingo la Liga Mundial
¿Cómo gestionaron el difícil final del partido a nivel anímico? Tanto el pasar del 11-9 al empate de Hungría en el último segundo como el vivir en los minutos finales las eliminaciones de Paula Camus y de Cristina Nogué y la exclusión de Paula Leitón.
Miki lo que hace es mirar el tema de expulsiones. Nos pone a defender a las que tenemos menos expulsiones en ese momento. Anni, Nona, yo... Toca adaptarse a esa defensa. En un deporte de equipo cada una tiene su rol, en defensa o ataque, pero no deja de ser un rol de equipo y la jugadora de ataque tiene que cambiar el suyo. Está claro que esas bajas son claves para que nos empaten, pero suponen aprender a adaptarse en esa situación del juego. Después, llega el empate de ellas al final, pero Miki nos dijo que el partido todavía no se había acabado y que si queríamos ganar teníamos que seguir apretando, porque seguíamos teniendo esa oportunidad.
¿Fue la final, con la tanda de penaltis, de los partidos de más tensión que ha jugado con la selección? ¿Cómo vivieron esa tanda?
No sé ni cómo lo vivimos. Hubo mucha tensión y fue bastante complicado, pero no ha sido de los partidos de más tensión que he vivido con la selección, porque hemos tenido encuentros así. Aunque no hayan sido finales o semis, creo que también han sido muy importantes. Recuerdo el partido de cuartos del Mundial de Budapest 2017 con Grecia a penaltis. No deja de ser igual o más importante que el del otro día.
¿Cómo viven el reparto de roles en el equipo, en su caso con tantas jugadoras desde fuera con habilidad para anotar? ¿Cómo lleva el grupo el cambio en el reparto de minutos, por ejemplo en la portería o en la boya?
Eso es muy positivo en un equipo. El tema de rotación lo lleva más Miki, pero el hecho de saber que tire la jugadora que tire vas a tener ataque es más complicado para el equipo contrario. Tenemos la tranquilidad de saber que entre quien entre va a ser una jugadora con gol.
En cuanto al reparto de minutos, supongo que en eso se basa el deporte de equipo. En el momento en el que una no está bien, hay otra que puede hacerle el relevo. Lo bueno de las pequeñas es que tienen jugadoras más mayores como referentes. Es el caso de Martina y Laura. Laura lleva muchos años jugando y se le puede permitir a día de hoy no tener un gran partido. Ella tiene claro que si ella no está bien, pueda jugar otra compañera. Miki decidió hacer algún cambio para el Europeo, porque el Mundial no sale bien, y Laura lo asumió perfectamente. Eso es lo que hace grande a una jugadora, el saber estar de segunda en el banquillo, pero sabiendo que tienes que animar a otra portera. Es un trabajo que se hace por detrás y poca gente ve y es igual de importante.
"En el momento en el que una no está bien, hay otra que puede hacerle el relevo. En eso se basa el deporte de equipo"
Quizá ello les ha servido para ampliar la base de jugadoras con roles importantes. ¿Qué les aporta este año en el camino a París 2024?
A día de hoy estamos bien, pero queda mucho para esas competiciones en las que nos jugaremos la plaza y no sé cómo vamos a estar o cómo va a ser. Sí sé cómo queremos llegar y nuestro deseo de conseguir esa plaza lo antes posible.
A nivel personal, fue elegida mejor jugadora de Europa en 2021. ¿En qué le cambió la manera de afrontar este año?
Básicamente ha sido un plus emocional que te da empuje para seguir. No me ha supuesto ningún cambio más. Es un reconocimiento individual, pero que no deja de ser gracias a todo el equipo.
¿Por qué la vuelta de Terrassa a Sabadell esta temporada? ¿Qué supone que se haya juntado de nuevo gran parte del grueso de la selección en Can Llong con su vuelta y la de Paula Leitón y el fichaje de Elena Ruiz?
No ha cambiado nada. Es simplemente que necesitas un cambio. Me dieron la opción de volver y de seguir luchando por títulos. Tengo mucho que agradecerle al Terrassa, pero me apeteció este momento. Tener el bloque de la selección allí aporta unión y que a la hora de jugar nos entendamos a la perfección. Acabamos conociéndonos y sabiendo cuándo y cómo quiere cada una la pelota.

Bea Ortiz, jugadora del CN Sabadell
Este fin de semana tienen en Liga dos partidos duros contra Sant Andreu y Mataró, a las que han ganado la final de la Copa Catalunya y frente quienes perdieron la Supercopa de España. ¿Cómo ha vivido el inicio de la temporada? ¿Se les escapó la oportunidad de dar un golpe de efecto en la Supercopa?
Va a ser retos importantes los tres títulos que nos quedan (Liga, Copa y Champions). Ya se pudo ver que los equipos de la Liga están fuertes. Mataró nos ganó la Supercopa de España y hay equipos que van a ir a por todas. Es el objetivo que nos hemos puesto es ganar el máximo de títulos posibles y lo vamos a intentar. La rivalidad con ellas no nos viene de nuevas porque ha pasado durante muchos años y te acostumbras para verles como tu rival directo. No creo que no ganar la Supercopa haya sido una oportunidad perdida para dar un golpe en la mesa. A veces es necesario perder esos partidos para mejorar y darte cuenta de lo que necesitas para seguir ganando.
"¿El Sabadell? Me apeteció cambiar en este momento. Firmo ganar Liga, Copa y Champions"
Seguir ganando… ¿Firma una temporada en la que recuperen completamente la hegemonía nacional ganando Liga y Copa?
No. Firmo ganar Liga, Copa y Champions.
Ustedes se han reforzado, pero el Mataró también, con Silvia Avegno o Rita Keszthelyi. ¿Qué supone tener a la húngara como rival?
Cuando pensábamos que solo nos la íbamos a encontrar a nivel de selección, nos la encontramos también a nivel de Liga (ríe). Es muy buena, con mucho nivel. Es mejor tenerla en el equipo, así que cuando te la tienes que encontrar en todas las competiciones posibles es duro. Creo que el Mataró ha hecho muy grandes fichajes con Avegno y las dos holandesas que ya tenían el año pasado (Van de Kraats y Sevenich). Son jugadoras de nivel. Sabemos cómo juegan y por mucho que nos conozcamos cada partido es un mundo.
En unos días arranca la Champions. ¿Qué supone el cambio de formato?
No creo que haya cambios a la hora de prepararla. Es adaptarse a los cambios y entrenar como hemos hecho cada año. A medida que vayan llegando esos partidos los entrenos y la tensión cambiarán. No creo que haya ningún cambio en la preparación.
"Creo que nos merecemos esa ayuda mediática, ese reconocimiento que nos hemos ganado por la reputación que tenemos"
Se quejaron después del Europeo del trato mediático a los logros del waterpolo femenino español. ¿Se sienten minusvaloradas?
Llega un punto en el que cansa. Hemos demostrado durante bastantes años lo que nos merecemos. Ya no solo nosotras, sino también otros equipos femeninos. Muchas selecciones femeninas han dado muchos resultados a lo largo de los años. Creo que nos merecemos esa ayuda mediática, ese reconocimiento que nos hemos ganado por la reputación que tenemos. Es frustrante. Es luchar contra un muro y no sabes cuándo va a caer.