Cuando el Camp Nou festejaba la bendita 'Messidependencia', Pedro rescató esa puntualidad que le caracteriza en los partidos más trascendentes para marcar el gol de la tranquilidad, el segundo que remataba al Stuttgart y encarrilaba la goleada hacia los cuartos de final. Otra vez él en otra actuación majestuosa. Empezó la temporada siendo Pedrito. Dio en la diana en la Supercopa de España y el título en la de Europa y fue ya Pedro. En Abu Dhabi forzó la prórroga y vio puerta en la finalísima ante Estudiantes y muchos le llamaban San Pedro. Ayer, el canario lució la versión de su nombre que más le gusta: PR17. Es el total de goles que lleva esta temporada y el número del dorsal de su camiseta. Un caudal goleador, ciertamente, inimaginable.
Pedro, además, ha sabido repartir sus tantos de una forma muy equitativa, tanto que es el único jugador que ha marcado en las seis competiciones. Uno en cada una de las dos supercopas, un par en el Mundial, siete en la Liga, un triplete en la Copa del Rey y otros tres en la Champions League (Dinamo, Inter y Stuttgart). Y no es el 'pichichi' azulgrana del torneo europeo porque Messi lo acapara todo. Y mucho tiene que ver Pedro en su liderazgo. Anoche, robó el balón que propició el contragolpe y el segundo tanto del Balón de Oro. PR17 y va a por el PR18