A. Rigueira/Olga Escario
14.50 horas del día de ayer. El Fuchse Berlín de la Bundesliga cuelga en su página web oficial la noticia que el húngaro Laszlo Nagy dejará el Veszprem a final de temporada y jugará los dos próximos años con el equipo en el que militan dos antiguos compañeros del lateral zurdo en el FC Barcelona, Iker Romero y Tino Igropulo.
Algunos reparan en que es el Día de los Inocentes en muchos países europeos, pero extraña que sea el propio club teutón el que dé forma de comunicado oficial a la noticia. Muchos medios de comunicación y aficionados dan por válido el trasvase, un terremoto en el mercado del balonmano ya que Laszlo Nagy había dejado el Barça la campaña anterior y era la pieza clave del proyecto del Veszprem.
En tiempos de crisis todo es posible, y las redes sociales e internet se calentaron gracias a la web del Fuchse Berlín. El propio Laszlo Nagy alimentó en su cuenta de Twitter el suceso retwitteando mensajes que informaban del llamado 'bombazo'.
Mundo Deportivo se puso en contacto con varias fuentes fiables de este deporte y directamente relacionadas con el asunto. Sí, era una inocentada, un producto del 'April fools' Day'.
He jugado muchos años en mi carrera en Hungría y España, espero ahora el reto de jugar en la liga más fuerte del mundo, reza en la web del Fuchse Berlín como palabras del propio Laszlo Nagy. Una broma, aunque poco seria tratándose de un órgano oficial de uno de los equipos punteros del balonmano actual