Los españoles somos conocidos por muchas cosas: nuestra pasión por la vida, el tapeo, las sobremesas eternas… y, por supuesto, el amor por una buena cerveza bien fría. Desde una caña en una terraza al salir del trabajo hasta una jarra en una fiesta de pueblo, forma parte del día a día, y es difícil imaginar una quedada con amigos sin ella.
La cerveza la asociamos al buen tiempo, a compartir momentos y a desconectar del estrés. No es de extrañar que estemos entre los países europeos con mayor consumo per cápita: aquí, cualquier excusa es buena para brindar. Al final, más que una bebida, la cerveza es parte del carácter social, alegre y cercano que define a los españoles.

Imagen de recurso de una cerveza
Durante los últimos días está circulando en redes un vídeo de un joven colombiano que ha compartido su sorpresa por el consumo de cerveza en España. "Creía que los colombianos éramos unos bebedores de primer nivel. Pensaba que éramos unos alcohólicos. A medio día tomamos 2, 3, 4. Vuelan", empieza diciendo el joven.
"Cuando me vine a España me di cuenta de que las cosas no son lo que parecen. Aquí ves a la gente tomar cerveza a las 8-9 de la mañana. Eso es otro nivel", sigue. Sin embargo, ahí no queda la cosa, pues el joven también ha detectado una costumbre de las personas mayores. "No es solo eso. Los viejitos se levantan y toman un carajillo. ¡Un café con alcohol! Eso es mucho nivel", sentencia.

Imagen de recurso de una cerveza
El consumo de cerveza en España va más allá de una simple preferencia por una bebida; es un reflejo de nuestra cultura social, de cómo disfrutamos de los pequeños placeres de la vida y de la importancia de compartir momentos con los demás.