"No hay mejor forma de empezar que un Clásico”. Tras culminar su proceso de incorporación al Barça, Raul Neto vivirá esta noche (20:45 h) uno de los duelos cumbre que los azulgrana pueden afrontar cada temporada: el Clásico de Euroliga contra el Real Madrid. Azulgrana y merengues se miden una nueva edición de este eterno duelo marcado por la necesidad de ambos equipos de revertir dinámicas irregulares.
Neto, de 32 años, llega tras superar una grave lesión de rodilla sufrida en el Mundial de 2023 que le dejó KO la temporada pasada, pero asegura estar ahora en plena forma para este nuevo desafío: “La temporada es larga, pero entiendo la importancia de un partido contra el Madrid”, declaró el jugador, quien se ha integrado rápidamente bajo las órdenes de Joan Peñarroya.
El técnico culé ha mostrado confianza en su nuevo fichaje: “Neto es un jugador contrastado. Su experiencia en la NBA y la Liga Endesa le permitirá adaptarse rápidamente. Nos aportará dirección y capacidad defensiva”.
Los azulgranas llegan al Clásico con un balance de 7-4 que los sitúa octavos en la clasificación, empatados con el quinto pero ya a dos victorias del líder, el Fenerbahce (9-2). Sin embargo, las tres derrotas en los últimos cinco partidos han encendido las alarmas, especialmente por las carencias defensivas mostradas, como los 34 puntos encajados de Andreas Obst en la reciente derrota ante el Bayern de Múnich.
Peñarroya reconoció la necesidad de dar un paso adelante en defensa: “Nuestra labor defensiva ha sido mejorable, especialmente en el perímetro. Lo hemos hablado y sabemos que podemos hacerlo mejor. Este es un buen día para demostrarlo”.
Asumidas las bajas de Laprovittola y Metu –al menos este durante lo que queda de año-, el equipo llega a este partido tras el receso liguero por las Ventanas FIBA. En este contexto, será fundamental el rendimiento del ala-pívot Jabari Parker, quien promedia 13,9 puntos por partido y viene de anotar 26 ante el Bayern, y del escolta Kevin Punter, máximo anotador del equipo con 15,8 puntos de media.
El Real Madrid tampoco atraviesa su mejor momento. Los finalistas de la pasada edición marchan décimos con un balance de 5-6, y su principal problema ha sido la incapacidad de ganar fuera de casa: han perdido los cinco partidos disputados a domicilio esta temporada en Euroliga.
A pesar de ello, Peñarroya advierte que en un Barça-Madrid las dinámicas suelen quedar en segundo plano: “Un clásico siempre es un partido especial. Da igual cómo lleguen los equipos, todo puede pasar”.
El duelo en la pintura entre Walter Tavares y Moustapha Fall será uno de los principales atractivos del encuentro. Ambos pívots representan fortalezas defensivas y serán determinantes para controlar el rebote, una faceta que podría inclinar la balanza.
Para el Barça, será clave imponer su ritmo y brillar en las transiciones, algo que solo lograrán si dominan el rebote y fuerzan pérdidas en el Madrid. Por su parte, los blancos buscarán aprovechar su experiencia en este tipo de encuentros y castigar desde el perímetro, donde jugadores como Musa o Hezonja marcan diferencias.
El Clásico siempre es un duelo de alta tensión, pero el contexto actual lo convierte en un enfrentamiento crucial para las aspiraciones de ambos equipos en Euroliga. Con las gradas del Palau Blaugrana como escenario, Barça y Madrid prometen un espectáculo de máxima intensidad en busca de una victoria que puede marcar un punto de inflexión en sus temporadas.
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