Cuando apenas han pasado 24 horas de una exhibición de pizarra a otra mayor, demostrando cuán poco tarda en dejar atrás el pasado en su incesante búsqueda de la excelencia en una NBA con la memoria efímera al fin y al cabo. Una noche después de derrotar a su valedor y maestro con un puñado de bajas ante el tridente Sabonis - Fox - DeRozan de los Kings, Jordi Fernández se presentó en San Francisco con sus Nets para irse con una victoria contra Stephen Curry y sus revitalizados Golden State Warriors, mejor dinastía de la última década y líder del Oeste. Y con cierta claridad (120-128) tras llegar a perder de 18 al inicio del tercer cuarto.
Aunque novato en esto de primer entrenador de la NBA, Jordi Fernández está aprendiendo a la velocidad de la luz y ahora mismo estaría sin duda en la discusión por Entrenador del Año viendo la clasificación -octavos en el Este con 8-10 cerca de los playoffs-, y la precaria situación con la que los Nets han ganado de manera consecutiva en Sacramento y San Francisco, donde sólo habían ganado los Clippers hasta ahora.
Le faltaba medio roster a Brooklyn, sin piezas clave como Dorian Finney-Smith, Nic Claxton ni Ben Simmons, además de perder a Cam Johnson y Cam Thomas en el partido. Con tal panorama, el MVP del Mundial Dennis Schröder representó como nadie el espíritu del catalán y ese perfecto mix de FIBA y NBA con 31 puntos del base alemán.
Y, para añadir aún más mérito a tal hito, los Nets sobrevivieron al temible Stephen Curry de toda la vida, con 28 puntos tras una lluvia de 8/16 de triples. Pero el triunfo también llevó la impronta de carácter de Jordi Fernández, para quien la lucha y compromiso constantes sin innegociables, pues el conjunto neoyorquino se sobrepuso a una desventaja de 18 puntos al inicio del tercer cuarto. La reconstrucción en Brooklyn se entiende a base de triunfos monumentales.
Pero, por encima de todo, no hay mejor elogio al de Badalona que lo que dijo el entrenador del mejor equipo de la última década, Steve Kerr.
"Es un entrenador realmente bueno, está inculcando una cultura impresionante"
“Es un entrenador realmente bueno, puedes verlo con la manera desde la que organizar el plan de ataque. Está inculcando una cultura impresionante dado que están reconstruyendo y por lo tanto empezando desde cero”, lamentó en declaraciones recogidas por Brian Lewis un Kerr rendido a un novato en apariencia pero no en esencia, dando lecciones de pizarra a verdaderos catedráticos de banquillo.
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