Yassine Bono y Marko Dmitrovic componen una pareja de guardametas que han demostrado formar la demarcación mejor cubierta por el Sevilla. Si el internacional marroquí, trofeo Zamora al menos goleado de LaLiga la pasada temporada, sorprendió al mundo en Qatar con su selección y recientemente fue elegido por la FIFA uno de los tres mejores porteros del mundo al estar nominado en los premios ‘The Best’, el meta serbio volvió a demostrar ante el Fenerbahçe que tiene nivel para competir con su compañero.
Jorge Sampaoli premió el trabajo de Dmitrovic en Eindhoven ante el PSV en la última eliminatoria de la Europa League, en la que incluso templó los nervios para no repeler la agresión de un espontáneo que saltó al campo. Le dio la titularidad ante el Fenerbahçe en un partido en el que el entrenador argentino casi se jugaba el puesto después del 6-1 sufrido en el Metropolitano y el resultado le dio la razón.
Dmitrovic respondió con un sensacional encuentro. El meta serbio, que también estuvo presente en el Mundial de Qatar, fue el mejor de su equipo, salvando al Sevilla especialmente en una primera parte en la que el Fenerbahçe fue muy superior y creó muchas ocasiones de gol. Dmitrovic las desbarató todas, especialmente destacado un mano a mano con Joshua King. El Sevilla aguantó el tipo gracias a él y en la segunda parte dio un paso adelante para lograr un 2-0 que le hace ir con cierta tranquilidad a Estambul.
Jorge Sampaoli se refería al final del partido a la actuación de Dmitrovic y a la ventaja de tener dos grandes profesionales en ese puesto tan específico. “Al tener dos grandes porteros, te da la opción de que pueda jugar cualquiera este partido, de que uno pueda descansar, y estoy feliz por eso”, dijo sobre el meta serbio.
Con muchos problemas en otras líneas, como en la defensa, en la que sólo tiene a un central específico, Nianzou, en la portería Sampaoli puede decir que está tranquilo y que el Sevilla tiene probablemente la mejor pareja de cancerberos de la Liga.