En el estreno de Castore como marca que viste al Athletic, quizá estemos en la temporada en la que más alternativas al rojiblanco tienen los leones para actuar a domicilio. Hasta tres segundas opciones existen. Por orden de aparición: la azul celeste, la blanca y la azul oscura conmemorativa por el 125 aniversario de la entidad bilbaína. La consecuencia es que estamos viendo al Athletic menos rojiblanco como visitante. Únicamente lo ha vestido en dos de sus doce desplazamientos del curso.
Evidentemente hay que usar la segunda equipación cuando existe coincidencia cromática, como sucedió en los choques en Girona o Granada. Pero hay más motivos. Un árbitro quisquilloso, cuestiones televisivas para diferenciar a los protagonistas por la pantalla… y el marketing. Sin ir más lejos, el Athletic lució de blanco en su último envite en Eibar y de azul en el Sánchez-Pizjuán.
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Mirando los precedentes, no es algo habitual. La escuadra bilbaína había jugado con su primera camiseta en cinco de sus últimos seis encuentros en Ipurua. En algunas ocasiones con pantalón blanco, eso sí. Cierto es que en su compromiso más reciente en Eibar, en la 2020-21, lo hizo de gris. El dato es más abrumador en Sevilla pese a que los de Nervión también usen el blanco y el rojo. El Athletic había empleado la rojiblanca en siete de sus anteriores diez compromisos en el Pizjuán.
En la presente campaña, los de Valverde solo han llevado su camiseta principal a domicilio en los derbis contra la Real Sociedad y el Alavés. En Mendizorrotza tuvieron que ataviarse con el pantalón blanco. La conmemorativa del 125 aniversario y la blanca la han exhibido en cuatro partidos y la celeste en otros dos, ambos curiosamente en Copa: contra el Rubí y el Cayón.