Casi final de temporada e iniciando una nueva etapa. Las casualidades del destino. 87 días pasaron desde que el Athletic confirmó la incorporación de Igor Oyono (7-2-2008) hasta que el joven delantero pudo vestir la elástica zurigorri. El 1 de febrero se oficializó el fichaje procedente del Villarreal y el 27 de abril debutó en Lezama contra el Santutxu. Por el camino, impedimentos de la entidad castellonense para bloquear la ficha federativa de Oyono como represalia por su marcha. El único fin era retrasar lo inevitable a modo de pataleta.
El del sábado será un día para el recuerdo del barakaldes. En lo personal por su estreno y en lo colectivo por el título que certificó el Athletic ganando al Santutxu (1-0). Oyono fue titular y lució el 24 a la espalda. Lo primero que se observa al verle sobre el terreno de juego, en el calentamiento, es un físico imponente. Más propio del fútbol profesional que de un juvenil de 16 años. Se ubicó en la punta de lanza de los bilbaínos, con Elijah Gift en la izquierda y con Adrián Pérez en la derecha. Ambos fueron dos puñales.
Oyono venía de jugar con la selección española sub’18 y duró 60 minutos en el verde. Tenía todos los focos encima, más si cabe después de las cantidades filtradas desde Villarreal sobre su fichaje y que no se ajustan a la realidad. Sería injusto juzgar al futbolista por esta hora de fútbol. Lógicamente no estuvo atinado. Se desenvolvió como si estuviera en pretemporada y es que atraviesa un periodo de adaptación, asimilando conceptos y tratando de encajar en un bloque armado durante todo un año. Subirse a un tren en marcha no es tarea sencilla.
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A pesar del hándicap, Oyono dejó algún detalle de calidad e instinto en la presión. Cerca se quedó de darle un susto al meta del Santutxu en el área. No fue un primer tiempo para el lucimiento de los atacantes y Jon Solaun le pidió que intentara estirar más al equipo y que fuera más profundo. El de Barakaldo jugó más tiempos de espaldas al balón que de cara.
Tuvo más actividad en las inmediaciones del área en el cuarto de hora de la segunda mitad. Con el paso de los minutos, el nuevo atacante del Athletic se fue encontrando más cómodo y se atrevió a más cosas. Por ejemplo, en una arrancada a 40 metros de la portería que finalizó con un disparo demasiado tímido. También una dejada de tacón para un Adrián Pérez que se incorporaba por detrás. La mejor ocasión para Oyono le llegó justo antes de ser relevado. Le cayó una pelota dentro del área tras un rechace y no se lo pensó dos veces. Armó la pierna para fusilar, sin embargo un zaguero visitante bloqueó el chut.
Solo fue una primera toma de contacto en un sprint final de curso que va a ser intenso en el Athletic juvenil. El delantero podrá seguir acumulando carga este fin de semana en Eibar en la última jornada del curso regular y después vendrá la Copa de Campeones. Un bonito escenario para continuar con su formación. ¿Dónde jugará Oyono la temporada que viene? La dirección deportiva rojiblanca tomará la palabra.