Un día especial en los focos para Nico Williams, un día para masticar arena en el verde. Nada extraño cuando enfrente está el Mallorca. Da igual con once que si tiene que jugar más de una hora en inferioridad. Mientras se decidía un Balón de Oro que se terminó por llevar Rodri tras adelantar por la derecha a Vinicius y al que estaba nominado el extremo, al rojiblanco le tocó ejercer sobre el terreno de juego. Las prioridades mandan, LaLiga puso este horario y no pudo acudir a París.
Para cuando arrancó el envite en Palma, Nico sabía que había finalizado en la 15ª posición de los 30 candidatos finales. Su sola presencia ya es historia en clave Athletic. El primer león que lo consigue en los 68 años de vida del trofeo. Un futbolista de talla mundial que ganó la Copa encadenando actuaciones decisivas en cuartos, semifinales y precisamente en la final ante el Mallorca y que puso el broche sumando la Eurocopa con la selección española, marcando y siendo MVP de la final. Pero ayer le costó lucir todas sus virtudes. Es lo que tienen los buenos, que les tapan a conciencia.
Lidió una dura batalla con Maffeo. Pocas veces salió ganador el extremo en sus duelos, pocas veces tuvo opción de un mano a mano con su par. Incluso se topó con hasta tres o cuatro rivales. Los espacios brillaron por su ausencia, especialmente a raíz de que los locales se quedaran con diez. Con todo, Nico Williams estuvo a centímetros de resolver el encuentro gracias a su inmensa calidad. Primero por el gol que le anuló el VAR al filo del descanso. El balón se le escapó por muy poco a su hermano en línea de fondo. Martínez Munuera lo dio en el verde, sin embargo Iglesias Villanueva dijo que no.
Apenas dispuso de oportunidades el Athletic. No encontró la manera de hincarle el diente a un Mallorca que se replegó a la perfección. La mejor la tuvo Nico a falta de diez minutos. Cazó el esférico y se la jugó con un lanzamiento que va para marca registrada. No le importó tener enfrente a, literalmente, todo el conjunto bermellón. Lo probó con un chut con rosca que se estrelló en el larguero. De nuevo a centímetros.
Con diez los locales, era fundamental abrir el campo y el desequilibrio que pudiera aportar el pequeño de los Williams. Pero ni la chispa individual ni la faceta colectiva permitieron un contexto para generar ventajas en toda la noche. Hubo un sinfín de errores en campo rival y de precipitaciones que cortaban el ritmo del Athletic. No hubo ocasiones porque los leones no atinaron en los instantes previos.
0-0 en el marcador y un punto que sabe a poco para el casillero, aunque no deja de ser un día histórico en la entidad bilbaína para lanzar un mensaje al mundo. Por el 15º puesto de Nico y también por la segunda plaza de Unai Simón en el Trofeo Yashin, solo por detrás del 'Dibu' Martínez. Dos jugadores de Lezama que han llegado a lo más alto y quieren más en Bilbao. Jon Uriarte lo dejó claro antes de que empezara a rodar el balón en Son Moix: “Se pueden lograr grandes títulos individuales en el Athletic”.