El Athletic está demostrando a nivel europeo una cara diferente a la que exhibe jornada tras jornada en la Liga. Los leones han encontrado en el torneo continental la eficacia y el acierto que les vienen penalizando de un tiempo a esta parte a nivel del campeonato doméstico. Los de Valverde, dicho de otra manera, juegan peor en la Europa League, pero consiguen mejores resultados.
El fútbol es cuestión de acierto, de goles. El pasado domingo, sin ir más lejos, los rojiblancos disfrutaron de no menos de media docena de claras oportunidades frente al Betis en San Mamés y sólo hicieron un tanto. Cuatro días después, en un flojo encuentro que apuntaba a derrota, Iñaki Williams y Nico Serrano dieron la vuelta al marcador en un margen de tiempo ligeramente superior al minuto.
De haber demostrado semejante nivel de efectividad realizadora, el Athletic dormiría desde hace algún tiempo en zona Champions. Sólo hace falta repasar la clasificación para ser conscientes de ello. Los leones marchan en sexta posición de la tabla a cinco puntos de distancia del segundo, el ahora discutido Real Madrid de Ancelotti, tras haber recibido un gol contra el Atlético de Madrid (0-1) y otro frente al Sevilla (1-1), ambos en San Mamés, en el tiempo de prolongación; haber fallado tres penaltis en su visita al Girona (2-1); jugado en superioridad numérica en Mallorca durante más de una hora (0-0); y, como ya ha quedado reflejado, haber perdonado hasta lo imperdonable contra el Betis en campo propio (1-1). Increíble, pero cierto.
Europa es Europa
En Europa, sin embargo, no ha demostrado tanta superioridad a ras de césped frente a sus rivales para ocupar la posición que ocupa actualmente en la tabla: sexto, empatado a 10 puntos hasta con el segundo, y a dos de distancia del líder Anderlecht, que lo ha ganado todo hasta el momento. En Roma empató con apuros (1-1), frente a AZ y Slavia Praga sufrió por momentos en San Mamés (2-0 y 1-0) y en Bulgaria remontó tras haber pasado bastantes apuros (1-2). El Athletic de las dos caras.
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