Iker Muniain dejó el sello en su partido más especial en Argentina. Firmó el empate de San Lorenzo en su visita a River Plate (1-1), del que es seguidor confeso. Incluso viajó de incógnito a la final de la Libertadores en 2018 contra Boca Juniors cuando se celebró en el Bernabéu. El ex del Athletic anotó de penalti en el minuto 66, engañando a Armani, para nivelar el tanto previo de Meza.
Muniain celebró el gol, pero lo justo. Sus compañeros hicieron piña sobre él y no lo cantó demasiado. La afición de River Plate le brindó una bonita ovación en los prolegómenos del encuentro cuando su nombre fue recitado por la megafonía del estadio al anunciar los onces iniciales.
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Es el tercer tanto del media punta con la camiseta de San Lorenzo. No veía puerta desde finales de septiembre, cuando logró un doblete contra Banfield. Uno de ellos, también desde los once metros. Muniain volvió a asumir la responsabilidad con las penas máximas tras la polémica surgida hace varias semanas, con Romagnoli aún en el banquillo. Fydriszewski ejecutó el lanzamiento contra Godoy Cruz cuando había dos jugadores designados, Iker era uno, y no acertó.
Una alegría para Muniain en medio de los problemas económicos por los que atraviesa el Ciclón. Ayer informó ‘Olé’ que los futbolistas están sufriendo retrasos en los pagos. Se les adeudan cuatro mensualidades más algunas primas. Los capitanes de San Lorenzo, entre los que está el de la Txnatrea, se lo reclamaron al presidente. El míster Miguel Ángel Russo señaló tras la igualada con River que son problemas que se van a solucionar.
Los rumores con el exleón sobre una posible salida al terminar el año continúan latentes. Aunque Muniain volvió a dejar claro hace unos días que tiene “la cabeza” en San Lorenzo y que no piensa en otra cosa: “Yo tengo contrato en San Lorenzo hasta diciembre de 2025, sé que se hablan muchas cosas y son mentiras. Yo quiero salir de esta situación con mi equipo, con mis compañeros, con la hinchada. Quiero vivir buenos momentos”.