Sancet enmienda el fallo de Unai Simón

Sabor agridulce el que deja el punto sumado ayer por el Athletic en Cornellà. Agrio porque los leones no tuvieron uno de sus mejores días tras haber empatado tanto Real como Atlético de Madrid y Villarreal y por la forma en la que llegó el gol local: un error grosero de Unai Simón a la hora de jugar el balón con los pies. Dulce porque Sancet, con la involuntaria colaboración de Calero, empató poco después y permitió alargar a quince el número de jornadas sin conocer la derrota y sumar un punto como mal menor.

En lo relativo a la agriedad del partido habría que incluir también un episodio que volvió a darse en este mismo estadio, aunque con víctima diferente. El árbitro tuvo que aplicar el protocolo contra el racismo en torno al minuto 17 del encuentro. Los insultos ofensivos parecía que estaban dirigidos de nuevo a Iñaki Williams, que ya vivió un capítulo así en este mismo campo hace unos años; pero fue el propio delantero y ayer capitán del equipo quien aclaró el asunto tras el pitido final. Los gritos iban dirigidos a su compañero Maroan en forma de “puto moro”.

Otro triste episodio que poco o nada tiene que ver con el fútbol en sí mismo y que tampoco debe servir para deslucir un encuentro poco vistoso, pero disputado a más no poder de principio a fin. Cada contendiente fiel a su estilo. Ninguno de los dos, pese a intentarlo, acabó imponiendo su ley.

Cambios

Manolo González tuvo claras las ideas desde el principio. El técnico local afrontó este envite liguero con el mismo once titular que presentó dos jornadas antes ante el Real Madrid en idéntico escenario. Los pericos, que se impusieron entonces al líder por 1-0, optaron también por replegarse en su propio campo a la espera de sorprender al contraataque.

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Valverde introdujo tres cambios respecto al equipo que venía de arrancar en San Mamés frente al Girona. Los dos primeros afectaron a los laterales, puesto que Gorosabel y Yuri vinieron a ocupar los puestos de De Marcos y Adama. La tercera y gran novedad de partida afectó al eje de la delantera, donde figuró Maroan en lugar de Guruzeta.

A los leones pronto les quedaron claras las intenciones del Espanyol. Pese a llevar la iniciativa del juego, la primera ocasión del encuentro, con la defensa bilbaína adelantada, corrió a cargo de Jofre. Unai Simón acertó a desviar el balón a córner. Los leones pidieron poco después penalti por mano de Cabrera, pero el árbitro, cerca de la jugada, no apreció nada punible. Poco después, eso sí, tuvo que aplicar el mencionado protocolo contra el racismo por insultos a Maroan.

El choque continuó sin mayores problemas a partir de ahí. El propio Maroan y Sancet dispusieron de sus opciones para abrir el marcador, lo mismo que Puado y Romero, pero el marcador no se movió en la primera mitad. Mitad en la que quedó la sensación de que los de Valverde fueron de más a menos y los de González, todo lo contrario.

Goles y tablas

La tónica del encuentro se mantuvo al regreso de vestuarios hasta que Roberto, tras un clamoroso error de Unai Simón en su intento de pasar el balón a un compañero, permitió al delantero centro local abrir el marcador. Increíble, pero cierta la cantada del portero internacional rojiblanco con el seleccionador español presente en el campo. Valverde reaccionó de inmediato.

Primero saltaron Vesga y Nico Williams y poco después De Marcos, que igualaba así a Muniain en como segundo jugador de la historia con más partidos oficiales defendiendo la camiseta del Athletic, y Paredes. Los locales tuvieron sus oportunidades para ampliar la diferencia, pero fue Sancet, con un tiro en el que el balón rebotó en el también recién incorporado Calero, quien estableció el empate. Los leones, con Guruzeta como último refuerzo, apretaron en la recta final del choque, pero los remates de Iñaki Williams y Yuri no encontraron el destino deseado.

El Espanyol dejó patente su fortaleza como local ante un equipo rojiblanco que no perdió, pero que tampoco dio tres pasos para acercarse más a los de arriba.