El Athletic apenas pasó del medio campo el pasado domingo en el Bernabéu. Valverde, consciente de lo cargado del calendario, optó por llevar a cabo eso que en el fútbol moderno viene a denominarse como una rotación masiva. Diez cambios ni más ni menos ante el Real Madrid respecto al choque de la Europa League contra el Rangers en San Mamés de tres días antes.
El técnico gasteiztarra apostó en el coliseo merengue por el doble pivote formado por Prados y Vesga. El hasta entonces prácticamente intocable Jauregizar y el recuperado Galarreta se quedaron en el banquillo. Ninguno de los dos acabó teniendo minutos, pese a que el conjunto rojiblanco se mostró inoperante de principio a fin a la hora de tener, mantener, combinar y cruzar del medio campo con el balón controlado.
A los de Ancelotti no les tocó esta vez tener que correr hacia atrás. La posesión del balón fue claramente suya. Los porcentajes hablan por sí mismos: 73 % el Madrid, 27 % el Athletic. Los blancos realizaron 661 pases y los leones 240.
El tándem formado por Prados y Vesga en la zona ancha se vio claramente superado. Su labor quedó reducida más que nada a la contención y la recuperación. De creación más bien poco.
El navarro viene jugando con relativa asiduidad. El gasteiztarra, sin embargo, ha perdido protagonismo respecto a temporadas precedentes. Sus números en la presente temporada así lo indican.
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Vesga, que el pasado día 8 de este mes cumplió 32 años, llevaba más de un mes sin ser titular. Su última presencia en el once inicial antes del choque del Bernabéu se remontaba al 16 de marzo, coincidiendo con la visita de los leones al Sánchez Pizjuán. Aquella tarde el gasteiztarra también completó los 90 minutos y también compartió el doble pivote con Prados. Los de Valverde se impusieron al Sevilla por 0-1.
Tres partidos completos
Una de las cosas más sorprendentes del Real Madrid-Athletic, más allá de la apuesta defensiva de los leones, radicó en el hecho de que el técnico gasteiztarra mantuviese a Vesga hasta el pitido final. Al centrocampista alavés se le hizo muy cuesta arriba el encuentro y, al menos aparentemente, dio sensación de necesitar ser cambiado por una simple o no tan simple cuestión de cansancio. Su flojo despeje en la acción que permitió a Valverde batir a Unai Simón fue significativa.
El del Bernabéu se convirtió en el tercer encuentro completo que disputa Vesga en lo que va de temporada. Los otros dos anteriores terminaron, sin embargo, con resultados favorables para los leones: 2-2 en el Villamarín contra el Betis y 7-1 al Valladolid en San Mamés.
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En Copa, frente a la UD Logroñés, también fue de la partida, aunque resultó sustituido en el minuto 79. En sus seis comparecencias en la Europa League, con una carga total de 98 minutos, y en la semifinal de la Supercopa de Arabia, 27 minutos, empezó de suplente.