Uno de los aspectos que más preocupa en el Atlético de Madrid es el estado de forma de Antoine Griezmann. El delantero francés está muy lejos de su mejor versión, una versión que ha ido en decadencia con el paso de los partidos. Por eso desde el cuerpo técnico se proponen recuperar el nivel que ha convertido al galo en un futbolista diferencial. Ahora, se encuentran con un parón en el que pueden trabajar para lograrlo.
Será el segundo parón en el que Griezmann se quedará trabajando en el Atlético de Madrid con el resto de compañeros que no han tenido el premio de marcharse con sus selecciones. Descansando el fin de semana después de más de una década en la que ha sido fijo en los planes de sus equipos y de Francia.
Sus números son aceptables, pero están muy lejos de las cifras que nos ha acosutmbrado en las últimas temporadas. Ha jugado 18 partidos en los que ha anotado cuatro goles y ha repartido seis asistencias en 1.299 minutos. En total ha participado en 10 tantos de los colchoneros en el presente curso.
Hay datos que llaman la atención del bajón que ha dado el Principito en este 2024. Por ejemplo, de los 18 partidos que ya ha jugado con el Atlético de Madrid, solo ha jugado completos seis de ellos. Mientras que los únicos tres partidos en los que no ha sido titular ha sido por descanso.
A pesar de que sigue siendo intocable, sus números han bajado en este último tramo de la temporada. Un último bloque de partidos en le que únicamente marcó ante el Leganés, un tanto que sirvió para que los rojiblancos desnivelasen el marcador. Mientras que estrenó su casillero ante el Girona en el estreno del Metropolitano en el presente curso, y completó la cuenta contra el Valencia y el Leipzig en el segundo tramo de la campaña.
Otro aspecto en el que ha bajado su rendimiento ha sido en las asistencias. En los últimos partidos únicamente suma el pase de gol que le dio a Correa contra el PSG en la última jugada del partido de Champions. Las otras cinco han sido en el tramo anterior.
Ahora, el cuerpo técnico quiere recuperar la mejor versión del francés. La que se ha visto en su segunda etapa en el Atleti, una versión en la que pierde importancia la velocidad y prima más la visión de juego y la precisión en sus pases. Retrasando la posición y convirtiéndose en un jugador total que hace que el equipo juegue al ritmo que él impone.
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