Cuando un rival te está humillando en tu propio estadio, cuando hay un gran malestar en la grada, y aún así acabas aplaudiendo un gol de un jugador del equipo contrario, eso quiere decir que has marcado un auténtico golazo.
Eso es lo que precisamente sucedió en el partido entre el Real Valladolid y el Atlético de Madrid disputado este sábado 30 de noviembre en el estadio José Zorrilla. El autor, Antoine Griezmann. La obra de arte, de las que quedan en la memoria.
Con el 0-3 ya en el marcador, una internada por la derecha de un incansable Giuliano Simeone por la banda derecha, acababa con un pase a un Julián Álvarez que aguardaba en el balcón del área. La ‘Araña’ veía la entrada de Griezmann a la zona de peligro, le ponía el balón por debajo.
El galo, para controlar el balón y quitarse a su marcador a la vez, hacía una ruleta orientada para dejarse el esférico franco para mirar a los ojos del arquero del Valladolid. El meta salía para intentar tapar al máximo, pero el de Macon la picaba, con el pie izquierdo, a uno de los lados, donde el meta Karl Hein no podía llegar.
El movimiento de Griezmann
Golazo que hacía que la grada del José Zorrilla se pusiese en pie y aplaudiese al jugador del Atlético de Madrid. En algunos de los espectadores se podía leer en los labios, mientras hablaba con su compañero de butaca, “golazo”.
TRES GOLES EN LOS TRES ÚLTIMOS PARTIDOS
Séptimo gol para el jugador colchonero en lo que va de temporada, a los que se les suman otras seis asistencias. Se encuentra en su mejor momento de la temporada, con tres goles en los últimos tres partidos.
Había marcado al Deportivo Alavés en el Metropolitano; al Sparta Praga en Champions; y esta obra de arte contra el Real Valladolid.
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