Erling Braut Haaland vivió una noche histórica y prácticamente única en la historia de la Champions League. Solo Leo Messi y Luiz Adriano habían sido capaces de marcar cinco tantos en un mismo partido en la competición pero, más destacado aun, es que el noruego se convirtió a todas luces en el mayor depredador joven del gol de todos los tiempos. Así lo dicen los datos y es que nadie había marcado tantos goles (33) en sus primeros 25 partidos. Ni siquiera el top-5 de los que más han hecho en toda la historia. ¿Cómo les fue?
Raúl González
71 goles en 144 partidos
Raúl González Blanco fue conocido durante un tiempo como Mr. Champions League. Capitán del Real Madrid y un icono de la competición, es el quinto máximo goleador todos los tiempos de la misma. Sorprendentemente, a pesar de esa estadística, en sus 25 primeros partidos solo había hecho 11 tantos.
Karim Benzema
88 goles en 147 partidos
Otro del Real Madrid, rey de reyes de la Champions League, en el listado. Karim Benzema, máximo goleador de la pasada edición, suma en su haber total 88 goles que han sido claves para la consecución de varios títulos. No obstante, en sus primeros 25 partidos, solo había metido 13.
Robert Lewandowski
91 goles en 111 partidos
Uno de los goleadores más letales de las últimas temporadas. Con el Bayern lo ganó todo y eso fue en gran parte culpa de la precisión de sus botas. Vieron puerta en 91 ocasiones, aunque en los 25 primeros partidos solo fuera en 15 ocasiones.
Leo Messi
129 goles en 163 partidos
El mejor jugador de todos los tiempos para muchos ocupa la segunda posición. Se trata de Leo Messi, que pese a no ser delantero centro fue capaz de anotar 129 goles en Champions League, y todavía podrían llegar más la próxima temporada. Aun así, en sus 25 primeros partidos, solo pudo hacer 12.
Cristiano Ronaldo
141 goles en 187 partidos
El goleador entre los goleadores. Nadie ha marcado más que Cristiano Ronaldo, que ha hecho 141 tantos en Champions League, el récord que persigue Haaland. Lo flipante de caso es que el luso, en sus 25 primeros partidos, no había metido... ¡ninguno!
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