De repente, los corazones albicelestes se paralizaron. Como si no hubiese sido suficiente con otra final de Copa América perdida contra Chile, a la salida del vestuario Lionel Messi conmovió al planeta futbolero: “Ya está. Se terminó para mí la Selección”.
Cansado de pelear sin éxito por la conquista de un título con Argentina, el capitán esa noche del 27 de junio de 2016 renunció a su seleccionado. Sucedió en el estadio MetLife de New Jersey. Pasó en ese mismo lugar donde el 10 volverá este martes 25 de junio de 2024, para ser exactos a las tres de la madrugada del miércoles español, y vaya paradoja contra el mismo rival. Será un día después de festejar su cumpleaños, porque hoy celebra los 37. Y habrá una gran diferencia: el genio esta vez llegará como campeón de todo.
Hace ocho años, Messi fue más que elocuente: “Ya está. Se terminó para mí la Selección. Ya son 4 finales, no es para mí. Lo busqué, era lo que más deseaba y no se me dio. Ya está. Ya lo intenté mucho. Me duele más que a ninguno no poder ser campeón con Argentina, pero es así. No se dio y lamentablemente me voy sin poder conseguirlo”.
El jugador de fútbol Leo Messi cumple 37 años este lunes en medio de la que seguramente será su última Copa de América.
Un rato antes de aquella declaración, Argentina había perdido por penales contra Chile la segunda final de Copa América en dos años. Leo había arrancado muy bien, acelerando y gambeteando, provocando dos infracciones seguidas y la expulsión de Marcelo Díaz a los 27 minutos del primer tiempo. El desarrollo quedaba servido para la albiceleste, pero Marcos Rojo se hizo expulsar insólitamente, sin ninguna necesidad, antes del cierre de la etapa inicial y todo se emparejó.
De vuelta, como en Santiago en 2015, Argentina y Chile definían la Copa América por penales. Parecía que era alegría albiceleste porque Chiquito Romero le atajó el primer remate a Arturo Vidal. Tenía Messi la chance de sacar ventaja de entrada en la serie, pero pateó muy por encima del travesaño. Luego, falló Lucas Biglia y de nuevo celebró Chile.
Fueron minutos en campo de festejo chileno y de tristeza total de Messi. Recorrieron el mundo las imágenes de Leo desconsolado, cubriéndose la cara con la camiseta, apoyado sobre el techo del banco, con lágrimas abrazado por el Kun Agüero… Un rato más tarde, llegó la renuncia a la albiceleste. Fue un verdadero tsunami que prácticamente borró el antecedente feliz de 2012 en ese mismo estadio, cuando el 10 le había marcado un hat-trick a Brasil en un amistoso…
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Ocho años después, Messi regresa al MetLife y todo es muy diferente. Ya tiene 37 años, cumplidos hoy. Vuelve como campeón de la Copa América, de la Finalissima y del Mundo. Ultra ganador. Con un equipo que lo sostiene, que lo alimenta, que lo hace feliz. Sin el desgaste del fútbol europeo, con las licencias que le otorga el Inter de Miami para regular su físico, con un tratamiento muscular para prevenir lesiones. Y más que vigente.
Messi destrabó la primera victoria de Argentina en esta Copa América. Le faltó el gol propio, pero metió dos pases mágicos en el par de gritos albicelestes que dibujaron el 2-0 ante Canadá, en un encuentro en el cual además se convirtió en el futbolista con más presencias (35) en la historia de esta competencia continental. Pasó en Atlanta. Ahora, ocho años después, le toca volver al MetLife, otra vez contra Chile. Ya todo es muy distinto.