El Deutsche Bank Park (Frankfurt) fue testigo de un partido que estaba bajo la sombra de un posible 'biscotto' y que tuvo alternativas para un lado y para otro, pero que acabó en tablas tal y como se esperaba. El empate les valía a ambas para clasificarse, y aunque Eslovaquia sí quería el triunfo para ser primera, a Rumanía el empate le valía.
Con este empate unido al 0-0 entre belgas y ucranianos Rumanía es primera del Grupo E y está en octavos 20 años después de la última vez, mientras que Eslovaquia es tercera. Bélgica acaba segunda y Ucrania eliminada. Hay que destacar que las cuatro selecciones han ganado un partido y empatado y perdido otro, acabando con cuatro puntos y siendo los goles lo que han dictaminado el destino de cada una.
En la primera parte no había pasado ni un minuto cuando ya se vio que Eslovaquia iba a ser la que más buscara el gol, con una presión asfixiante sobre la salida de balón de Rumanía. A pesar de dominar la pelota el combinado de Francesco Calzona las ocasiones no acaban de llegar, hasta que Skriniar estuvo a punto de inaugurar el marcador en una acción a balón parado en la que entró con todo en el segundo palo, rozando la pelota, pero sin conseguir darle dirección. A partir de ahí se rompió un poco el hielo.
Goles y polémica
En el minuto 24 Duda adelantó a Eslovaquia, disconforme con la tercera plaza con la que empezaba el partido. Lo hizo aprovechando un centro con música al segundo palo de Kucka. El centrocampista entró con todo y la cruzó de cabeza a las mil maravillas.
Tras un período de diez minutos en el que Rumanía intentó reponerse del golpe, a sabiendas de que ese resultado momentáneo junto al empate en el duelo entre Bélgica y Ucrania les mandaba a casa. Y justo ahí llegó el empate en la acción más polémica de lo que va de Eurocopa. El colegiado señaló falta de Hancko sobre Hagi fuera del área cuando el jugador del Alavés le había regateado en un lado y fue zancadilleado. El VAR avisó al árbitro alemán Siebert de que era dentro del área y pitó penalti. Lo extraño es que nadie le dijera que al menos fuera a revisar la acción, puesto que no parecía haber nada de nada.
Segunda parte de defender para Rumanía y de atacar para Eslovaquia
En la segunda parte apareció la lluvia y se hizo evidente la frase de Iordanescu en la previa: ''Queremos pasar como sea''. Rumanía lo fió todo a defender el resultado, como era lógico, puesto que le daba el pase y como primera. Eslovaquia sí que lo intentó con un tiro de Kucka que salió rozando el larguero y con otro de Haraslin que salió rozando el palo. Ya en los últimos 20 minutos Eslovaquia se acogió también a la frase de ''hay que pasar como sea'' y se centró en no encajar.
Tras el pitido del árbitro ambas selecciones fueron a celebrar con su gente un empate, con sabor a victoria.





